Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El último número de "JAMA" presenta los resultados del estudio Epidemiology of Diabetes Interventions and Complications (EDIC), que ha dirigido un equipo del Massachusetts General Hospital de Boston.



En la investigación han participado pacientes diabéticos que en su día estuvieron incluidos en el Diabetes Control and Complications Trial (DCCT), iniciado en 1981 con 1.441 pacientes para comparar los beneficios de una terapia intensiva de control glucémico con una terapia convencional.



La terapia intensiva consistió en inyectar insulina al menos 3 veces al día con monitorización frecuente de la glucosa, mientras que la convencional consistió en no más de 2 inyecciones de insulina al día y un test de medición de la glucosa diario.



Los resultados muestran que la terapia intensiva fue superior a la convencional a la hora de controlar los niveles de glucosa y de frenar la progresión de la enfermedad renal.



Cuando el estudio DCCT finalizó en 1989, a los pacientes que recibieron terapia convencional se les ofreció terapia intensiva supervisada por sus propios médicos. A los que recibieron terapia intensiva se les animó para continuarla.



El estudio EDIC representa 8 años adicionales de seguimiento del DCCT. Los autores explican que a lo largo del tiempo los niveles glucémicos de aquellos pacientes que formaron el grupo control 013terapia convencional- comenzaron a disminuir, mientras que los del grupo que recibió terapia intensiva aumentaron. En general, los niveles glucémicos de ambos grupos se fueron igualando.



No obstante, un dato interesante es que, a pesar de esa similitud en los valores glucémicos, los pacientes que formaron el grupo de terapia intensiva presentan a largo plazo mayores beneficios en términos de protección renal.



Por ello, los autores concluyen que los beneficios de dicha terapia frenan la progresión de la enfermedad renal muchos años después de que el intensivo control glucémico haya finalizado. Además, este hallazgo coincide con resultados publicados en el año 2000, que mostraban que la terapia intensiva también proporciona una persistente disminución del riesgo de retinopatía diabética.



JAMA 2003;290:2159-2167