Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El uso frecuente de salones de bronceado artificial podría exponer a las mujeres a un mayor riesgo de cáncer de la piel, según un estudio publicado esta semana por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. Los resultados del estudio, publicado por la revista del instituto, indicó además que cuanto antes comienza una mujer a recurrir a esos salones, mayor es el riesgo de que desarrolle el melanoma, un tipo de cáncer de la piel. El estudio, en el que los investigadores analizaron los hábitos de vida y riesgos de contraer melanoma de mujeres entre los 30 y 50 años, encontró lo que se considera como la prueba más contundente hasta ahora de los peligros del bronceado artificial para la salud de la piel.

Según la Academia Estadounidense de Dermatología, en Estados Unidos se diagnostican anualmente alrededor de 50 000 casos de melanoma, y unas 7 500 personas mueren al año por la enfermedad. En general, las personas de piel clara y en particular las que residen en Australia, Nueva Zelanda, Europa y Norteamérica tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de la piel, según los expertos. En el estudio, los investigadores analizaron extensos cuestionarios recabados entre 1991 y 1992 de 106 379 mujeres de Noruega y Suecia que habían estado expuestas a la luz solar y a las lámparas habitualmente usadas en los salones de bronceado artificial. Los investigadores dieron seguimiento a estas mujeres en 1999 y encontraron que 187 de ellas habían sido diagnosticadas con el cáncer de piel. Según la investigación, las mujeres que frecuentaron los salones una o más veces por mes incrementaron su riesgo de desarrollar cáncer de la piel en un 55%.

El melanoma es una enfermedad tratable si se diagnostica a tiempo y no ha penetrado más allá de la superficie de la piel, según las autoridades. "Los rayos ultravioleta son cancerígenos, y no importa si los recibes en la playa o en un salón", explicó James Spencer, vicepresidente de Dermatología de la Facultad de Medicina de Mt. Sinai, en Nueva York. Añadió que si bien las personas pueden resguardarse del sol con un buena crema de protección solar, "no hay ninguna razón para ir a un salón, porque te ofrece un bronceado que desaparece en cuestión de semanas y te puede causar problemas durante toda una vida".