El Pleno del Congreso de los Diputados ha aprobado el proyecto por el que se reforma la Ley sobre Técnicas de Reproducción Asistida. Esta norma, que iniciará ahora su trámite en el Senado, abre la puerta a la investigación con células madre embrionarias y trata de evitar la acumulación de embriones congelados en las clínicas que practican la fecundación in vitro, así como los embarazos múltiples. Esta iniciativa contó únicamente con los votos favorables del PP y Coalición Canaria. El resto de los grupos de la oposición, bien se abstuvieron, bien votaron en contra, al rechazar, entre otros aspectos, los límites establecidos por el Gobierno a la fecundación de óvulos y a la transmisión de embriones al útero de la madre (sólo se permiten tres en ambos casos). Todos ellos consideran que esta restricción mermará el éxito de las técnicas de reproducción asistida y, por tanto, el porcentaje de éxito de alcanzar un embarazo. Coalición Canaria fue el único grupo de la oposición que votó a favor del texto del Gobierno. No obstante, esta formación también mantiene enmiendas para el debate en el Senado que, entre otros aspectos, también intentan ampliar a cinco el número de óvulos que se pueden fecundar. El PSOE votó en contra del artículo que establece estos límites, se abstuvo en el resto del texto y únicamente "concedió" su voto favorable a la parte que autoriza la investigación con células embrionarias. El diputado socialista Jaime Lissavetzky considera que el texto es "una ley de punto final" ya que no prevé la investigación con futuros embriones sobrantes "a los que situará en un limbo jurídico". "Además, ya anuncio problemas legales, porque no se puede obligar a una pareja a que done sus embriones a otra o a que no los destine a investigación si así lo desea", destacó. Asimismo, el PSOE defiende la importación de líneas celulares y la autonomía de las distintas administraciones a la hora de impulsar sus propias leyes en materia de investigación, como es el caso de la Junta de Andalucía. PNV y CiU se abstuvieron. La portavoz del Grupo Vasco en esta materia, Margarita Uría, considera que las excepciones que el Gobierno pretende introducir en la Ley atendiendo a las recomendaciones de los expertos deberían estar incluidas en el texto. "Es una ley trampa porque no contiene exactamente la realidad de lo que se presenta", subrayó. Las objeciones de CiU, por su parte, inciden especialmente en el ámbito competencial. A su juicio, el centro que gestionará la política de investigación en esta materia, los trasplantes y la medicina regenerativa supone una "agresión regresiva, centralista, excluyente y vergonzante" a las competencias autonómicas. La portavoz de este grupo en Sanidad, Zoila Riera, advirtió a la Ministra de Sanidad, Ana Pastor que recurrirá esta parte de la Ley al Tribunal Constitucional. Este Grupo dio libertad de voto a sus miembros por cuestiones de conciencia y de hecho uno de sus diputados, Manel Silva, votó en contra del dictamen por cuestiones morales y al entender que no resolverá la problemática de los embriones congelados. El Grupo de Izquierda Unida también se abstuvo. A pesar de compartir la filosofía del texto respecto a la investigación con células embrionarias. La diputada de esta formación, Presentación Urán, asegura que el Gobierno les sitúa "en una posición difícil", teniendo en cuenta los citados límites a las técnicas de reproducción asistida y que no prevé destinar nuevos embriones a la investigación, una vez que entre en vigor. Por su parte, el portavoz del PP, Mario Mingo, defendió el texto del Gobierno calificándolo de "equilibrado, responsable y de enorme contenido ético". A su juicio, la norma "abre la puerta a la investigación", respetando la jurisprudencia del Código Penal, la Unión Europea y del Código de Bioética de Oviedo. El PP confía en que los límites establecidos por el Gobierno a la fecundación de ovocitos evitará que se generen nuevos embriones sobrantes y se sitúa a expensas de un futuro reglamento que contemplará excepciones a la Ley, de acuerdo con los criterios que establezcan los expertos en función de las patologías de la pareja con problemas de fertilidad. "No se trata de números mágicos. Son limitaciones que ya se aplican en Alemania, Francia y Suiza, donde también se quiere evitar la acumulación", subrayó. Mingo, insistió además que se trata de evitar que "miles de embriones vuelvan a estar a expensas de su congelación". Por último, respecto a las críticas al Centro Nacional que coordinará las investigaciones, Mingo aseguró que el Gobierno "no trata de monopolizar, sino repartir juego y trabajar en red", además de establecer un "mecanismo de seguridad y control". La filosofía del Ejecutivo es la de "compartir esfuerzos y conocimientos, frente a crear cotos cerrados". El PP también rechaza la importación y exportación de líneas celulares. |