Ahmed y Mohamed Ibrahim, los siameses egipcios de dos años que estaban unidos por el cráneo y que fueron separados el domingo con éxito tras una complicada y larga operación, pasaron "una muy buena noche", afirmaron hoy los médicos. El doctor Jim Thomas, jefe de la unidad de cuidados intensivos del Centro Médico Infantil de Dallas (Texas), dijo en la cadena de televisión CBS que los hermanos están en situación "crítica, pero estable" y sometidos a un coma inducido médicamente. La decisión de mantenerles en coma es una medida preventiva para evitar una posible inflamación cerebral, según el doctor, quien añadió que los niños responden bien, de momento, a la medicación. No obstante, prefirió no expresarse en un tono demasiado optimista. Thomas informó que la operación se prolongó un total de treinta y cuatro horas, dado que una vez que la separación física se produjo, los cirujanos craneales y faciales trabajaron todavía durante ocho horas para empezar a reconstruir las cabezas de los dos niños. La parte más difícil de la intervención, reiteró el facultativo, fue separar la intrincada red de venas y arterias que unían las cabezas de los menores, una vez que se constató que los cerebros de Ahmed y Mohamed no estaban unidos de manera significativa. Sin embargo, el neurocirujano Dale Swift afirmó que la parte más delicada de la operación "fue separar el hemisferio izquierdo" y explicó que nunca pensó que fuera tan difícil hacerlo. Swift dijo que en esa zona era donde los cerebros de ambos niños, que están claramente diferenciados, estaban más pegados: "sabíamos que se separarían con facilidad, pero no ocurrió así en esa zona". Sobre los posibles problemas neurológicos que los niños pueden afrontar en el futuro, Swift señaló que "es pronto para saberlo". A partir de ahora, los niños afrontan años de cirugía plástica para poder recomponer por completo sus cráneos. La intervención fue minuciosamente preparada durante un año e incluyó el uso de más de veinte modelos anatómicos y pruebas de diagnóstico con el objeto de elaborar un plan quirúrgico que contemplara virtualmente cualquier posible escenario. En la primera fase, se utilizará piel de sus propias cabezas, que se expandió con unos dispositivos inflables injertados cinco meses antes de la operación y con piel de sus piernas, en las que se empleó el mismo procedimiento para conseguir tejido compatible. La operación de estos niños, nacidos el 2 de junio del 2001 en Qus, al sur de Egipto, fue la primera de este tipo que se realiza desde la fallida intervención de las hermanas iraníes Laleh y Ladan Bijani, de veintinueve años de edad, fallecidas en julio pasado. El nacimiento de siameses unidos por la cabeza se produce en uno de cada 2,5 millones de partos de niños vivos y supone el 2% de alumbramientos de hermanos unidos por distintas partes del cuerpo. |