Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un equipo formado por investigadores de varios centros estadounidenses ha descubierto ciertas diferencias genéticas en el cerebro del ser humano respecto al de los primates no humanos, según describen en "Proceedings of the National Academy of Sciences".



En concreto, han identificado genes en el córtex cerebral cuyos niveles de actividad son distintos en el hombre respecto a chimpancés y macacos rhesus. El hallazgo puede proporcionar pistas esenciales sobre las capacidades cognitivas que hacen del ser humano una especie única. Asimismo, podrían ayudar a comprender mejor por qué tenemos una mayor esperanza de vida que otras especies de primates.



Dado que la secuencia genética del ser humano es muy similar a la del chimpancé, los científicos han especulado desde hace tiempo que las diferencias entre ambas especies se fundamentan en los niveles de actividad de genes específicos y, en consecuencia, en la cantidad de ciertas proteínas producidas en las células. La reciente secuenciación del genoma humano ha conducido al desarrollo de "chips" genéticos que permiten a los investigadores examinar los niveles de expresión de miles de genes al mismo tiempo y compararlos con la expresión de genes de distintas especies.



Utilizando estos "chips" en el córtex cerebral de humanos, chimpancés y macacos rhesus, los investigadores han identificado 91 genes que se expresan a distintos niveles en el ser humano respecto a las otras dos especies. Más adelante comprobaron que 83 de estos genes muestran una actividad muy superior en el cerebro humano regulando la actividad neuronal.



Al investigar otros tejidos, como el hígado o el corazón, encontraron un número similar de genes que muestran distintos niveles de actividad respecto a los primates no humanos. "Los cambios en la actividad genética en el córtex 013escriben los autores- sugieren incrementos en la tasa de actividad cerebral, proporcionando una base para la evolución de las mayores capacidades cognitivas de los humanos".



Además, esta investigación ha descubierto que el cerebro humano muestra una mayor expresión de genes que protegen frente al deterioro relacionado con el envejecimiento, lo que ayuda a explicar por qué los seres humanos vivimos más tiempo que el resto de primates. No obstante, los científicos también creen que la combinación de una mayor expectativa de vida y una alta actividad neuronal provocan que el ser humano sea particularmente vulnerable a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.



Proceedings of the National Academy of Sciences 2003,10.1073/pnas.2135499100