Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Casi la mitad de los nuevos casos de infección por el VIH en el mundo se registran en jóvenes de entre 15 y 25 años, lo que representa 2,5 millones de infecciones cada año en este sector de la población. En total, en el mundo hay 11,8 millones de jóvenes contagiados, la tercera parte de la población mundial con sida", según se desprende del informe anual del Fondo de la ONU para la Población (FNUAP), que se ha presentado en Madrid.



Para contrarrestar esta tendencia, es vital que los países "tomen conciencia" de la magnitud del problema, ya que de lo contrario "las respuestas serán ineficaces o incluso inexistentes", señaló la directora de la división para América Latina y Caribe del Fondo de la ONU para la Población (FNUAP), Marisela Padrón.



En general, el informe señala que el número global de jóvenes y adolescentes en el mundo, es decir, aquellos cuyas edades están comprendidas entre los 10 y los 24 años, es de 1.200 millones en la actualidad, los cuales viven en circunstancias diferentes, por lo que "exigen respuestas también distintas y específicas", según Padrón.



Para ello, la agencia de la ONU reclama, en su informe anual 2003, una mayor inversión, tanto privada como pública, en las políticas dirigidas hacia este sector de la población al tiempo que se escucha "sus propias voces".



En su informe sobre "El estado de la población mundial 2003", este año con el subtítulo "Valorar a 1.000 millones de adolescentes. Inversiones en su salud y sus derechos", el FNUAP trata de examinar los retos y riesgos a los que se enfrentan jóvenes y adolescentes en la actualidad, y tras identificar estos riegos, propone una mayor inversión en esta parte de la sociedad, lo cual revertiría en beneficios de cara al futuro.



"El contingente global de jóvenes y adolescentes alcanza la cifra de 1.200 millones, es decir, constituyen la cuarta parte de la población mundial y son la mayor generación de toda la historia", destacó Padrón, subrayando el hecho de que "238 millones de jóvenes viven con menos de un dólar al día". Esta población, añadió, "es heterogénea y diversa" por lo que requiere "respuestas distintas y específicas".



"Por ello, el informe llama la atención sobre la necesidad de incrementar las inversiones privadas y públicas, destinadas a crear las condiciones para el ejercicio" de sus derechos, especialmente en lo que se refiere a "la educación y la salud, incluidas la salud sexual y reproductiva", explicó, instando a "los gobiernos y a la sociedad civil de todos los países a dar prioridad a las necesidades de los adolescentes y jóvenes, a escuchar sus propias voces".



"A menos que se incremente sustancialmente las inversiones en los adolescentes y los jóvenes en las áreas prioritarias para su desarrollo, tales como la salud sexual y reproductiva, no se podrán disminuir los embarazos en adolescentes ni la mortalidad materna" pero sobre todo, advirtió "no se podrá detener la propagación del sida, ni ampliar el acceso y la calidad de la educación básica, todo lo cual tendrá una incidencia negativa en los resultados de las políticas y estrategias de reducción de la pobreza".



En el caso específico de España, la responsable del FNUAP consideró que "existe un amplio margen para incrementar su cooperación" en el campo de su aportación a los programas de población y salud reproductiva, tanto por parte del Gobierno central como por comunidades autónomas y municipios.



Así, precisó que la aportación del Gobierno español al FNUAP los dos últimos años había sido de unos 550.000 dólares, lo que le sitúa entre uno de los países europeos que menos dinero dona a esta agencia de la ONU -el principal donante es Países Bajos seguido de Japón-.



Por ello, expresó su deseo de que "España entre en el 'club de los millonarios', es decir, en el de los países que al menos aportan un millón de dólares al año".



En el plano práctico, el FNUAP propone el desarrollo por parte de los Gobiernos de "políticas y programas que permitan ofrecer de forma institucionalizada y sostenible, información y servicios específicos y accesibles que respondan a las necesidades de los adolescentes y jóvenes de forma más realista, sobre todo en el ámbito de la salud", explicó Padrón.



En relación con el sida, llamó la atención sobre la necesidad de transmitir información sobre esta enfermedad y los métodos para prevenirla así como "el acceso a los preservativos, un mecanismo absolutamente necesario" para evitar el contagio. Rechazó las acusaciones que hacen algunos sectores de que la educación sexual de los jóvenes y adolescentes provoque "promiscuidad y libertinaje". "Cuando hay la información adecuada por vías adecuadas se logra que las personas tengan un comportamiento responsable y accedan a preservativos para mantener relaciones sexuales responsables y protegidas", destacó.



Por su parte, el secretario general de la Organización Iberoamericana de la Juventud (OIJ), Yuri Chillán, destacó que "es mucho más barato prevenir que curar" no sólo en el caso del sida, donde los costes para el tratamiento de la enfermedad son mayores que las medidas para evitar el contagio, sino a la hora de evitar que los jóvenes caigan en la delincuencia o los embarazos de adolescentes.