Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Cuba emplea satisfactoriamente un novedoso programa de rehabilitación para niños sordomudos y ciegos con el uso de la técnica de equinoterapia, aseguró Carlos Llera, licenciado en Defectología y encargado de la iniciativa. El especialista trabaja desde hace 34 años las necesidades educativas especiales en menores discapacitados de la escuela Abel Santamaría, de la capital, privados de los sentidos de la vista, el oído y el habla. "Durante años busqué información sobre el tema, y comencé a reunir todo lo que llegaba del exterior. La equinoterapia la aplico desde el 4 de diciembre del año pasado, y yo mismo estoy asombrado de los resultados", expresó. La técnica no sólo es un remedio de rehabilitación, sino forma parte de una clase de conceptos en un medio natural. Por ejemplo -aseveró- los menores montan a caballo y además conocen cómo son los animales con pelo, tales como el perro y el gato. Otro día, apuntó Llera, aprenden qué cosa es una guayaba o un coco, a través del gusto y el lenguaje de señas con nuestras manos y las suyas. Recordó que al principio no fue fácil asociar a los infantes con los caballos, fue preciso lograr confianza por el tacto y el contacto con el pelo de su maestro, de su propia cabeza, en la del compañero guía del equino y luego sobre el animal. "Así les explicamos que las personas que los quieren ayudar tienen pelos, por lo tanto, el caballo también es su amigo", señaló. Los niños sienten satisfacción, porque "en la monta mejoramos la posición de sentado y la bípeda, corregimos la columna vertebral, así como la acción del cuello y la barbilla".

El defectólogo indicó que los cuadrúpedos deben reunir requisitos especiales, pues deben ser siempre de raza y mayores de siete años. Esa terapia cuesta en el mundo como promedio mil 500 dólares al mes, al tiempo que indicó un tratamiento en España con niños autistas, de dos sesiones a la semana, por el precio de cuatro mil 475 dólares mensuales.

La práctica con estos menores discapacitados ha motivado a médicos del Hospital Psiquiátrico de La Habana, interesados en trasladar la experiencia a sus pacientes. El doctor Humberto Martínez, vicedirector del centro, acotó tener referencia de que ese tipo de tratamiento se aplica en el mundo a enfermos mentales con el objetivo de mejorar la calidad de vida y el funcionamiento psicosocial. Las personas enfermas de los nervios tienen dificultades en sus relaciones interpersonales, pero las establecidas con los animales son positivas, "porque es un ser vivo que no critica, no censura, y con el cual pueden desarrollar sentimientos buenos, de solidaridad", apuntó Martínez.

En el año 1875 el neurólogo francés Chassiagnac descubrió que el trotar de un caballo mejora el equilibrio, el movimiento articular y el control muscular de los pacientes, particularmente beneficioso para los parapléjicos o con trastornos neurológicos.