Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Unas mellizas siamesas fueron separadas con éxito el jueves en el Hospital General de Viena (AKH), un día después de su nacimiento, comunicó el viernes por la tarde el director de la clínica, Reinhard Krepler. Las bebés, hijas de una austríaca de 26 años, no habrían sobrevivido sin esta intervención, detalle que se sabía ya desde un diagnóstico prenatal realizado en la décimo séptima semana del embarazo, explicaron los especialistas del Hospital General.

Melanie y Micaela nacieron por cesárea en la trigésimo sexta semana del embarazo, Melanie se hallaba en estado crítico, tuvo que ser reanimada inmediatamente después del parto y recibió respiración artificial porque sus pulmones no estaban plenamente desarrollados. Era difícil acostarlas juntas a las recién nacidas porque siempre descansaba una de los dos encima de la otra y desde el primer momento estaba claro que no se podía aplazar la operación durante mucho tiempo, dijeron los médicos en conferencia de prensa. En la intervención se vieron involucrados dos equipos de un total de 30 personas y para impedir que se confundieran las bebés estas fueron marcadas con colores diferentes.

Según el jefe de la unidad de cirugía infantil del AKH, Ernst Horcher, Melanie apenas tenía intestino propio, además el colon estaba unido a la vejiga que ambas tenían en común y el intestino evacuaba en ésta. En la operación, los expertos "regalaron" a cada una de las niñas la mitad del intestino conjunto, ya que las dos poseían vasos sanguíneos que llevaban al conducto digestivo, después hubo que dividir también la vejiga. El vientre de ambas niñas fue cerrado con tejido propio pero las dos tienen salida intestinal artificial, aunque los médicos esperan que después de unos meses resulte posible proporcionarles una solución "natural".

Según subrayó Horcher, esta forma de mellizos siameses es extraordinariamente rara y en los pasados cien años han sido documentados tan sólo 20 casos.