El ictus constituye actualmente en nuestro país la primera causa de mortalidad entre las mujeres, la tercera en varones, y provoca la hospitalización de 100.000 personas todos los años, de las que 40.000 fallecen. Estos datos, añadidos al hecho de que menos del 50% de los pacientes que sobreviven a un ictus pueden valerse por sí mismos un año después de haberlo sufrido, da idea del tremendo impacto sociosanitario de este problema, sobre el que los expertos han querido llamar la atención con su Documento de Consenso para la Reducción del Riesgo de Ictus en el Paciente Hipertenso. Tal como se explica en este Documento de Consenso, elaborado por la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), la prevención del ictus pasa obligatoriamente por el control de los diferentes factores de riesgo denominados modificables. De ellos, la hipertensión arterial (HTA) ocupa el primer lugar, hasta el punto que una persona hipertensa puede presentar un riesgo de sufrir un ictus hasta cinco veces mayor que una persona normotensa. Para controlar la tensión arterial los médicos cuentan con un amplio arsenal terapéutico, pero recientes investigaciones han demostrado que no todos los fármacos antihipertensivos previene de la misma manera el riesgo de sufrir un ictus. De hecho, el antihipertensivo losartán, un antagonista de los receptores de la angiotensina II (también llamados ARA II), ha demostrado ser superior al betabloqueante atenolol. Por ello en el Documento de Consenso se recomienda expresamente el uso de losartán y la Agencia Española del Medicamento acaba de aprobar su indicación como antihipertensivo con capacidad de prevenir el accidente cerebrovascular o ictus en pacientes con HTA e hipertrofia ventricular izquierda. En el documento de Consenso de la SEH-LELHA, en el que han participado expertos de toda España en las especialidades de hipertensión arterial, neurología, medicina interna y medicina de familia, se incluye una amplia gama de directrices para reducir al máximo el riesgo de sufrir ictus en los pacientes hipertensos. En palabras del Dr. Josep Redón, del Hospital Clínico Universitario de Valencia, y presidente de la SEH-LELHA, "este documento recoge toda la información que se posee actualmente referente a la relación entre hipertensión e ictus, desde sus mecanismos, fisiopatología, manifestaciones clínicas, valoración del riesgo y medidas terapéuticas. Es una herramienta sencilla pero práctica 013enfatiza este especialista- que ofrece al médico interesado una información actual y de lectura rápida, que puede resolverle dudas importantes a la hora de valorar el riesgo que corren sus pacientes de sufrir un ictus y qué hacer para evitarlo". Según el Dr. Redón, una de las conclusiones principales que se desprenden de este documento es que la reducción de la presión arterial es el objetivo número uno para la prevención del ictus. "La reducción del riesgo 013explica- es proporcional a la reducción de la presión arterial; cuanto mayor es el descenso mayor es la reducción de la incidencia de ictus. En cualquier caso 013puntualiza el Dr. Redón- no hay que olvidar que ese descenso de la presión arterial debe hacerse de forma progresiva, evitando descensos bruscos". |