Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
El nuevo coronavirus 2019-nCoV, de la misma familia que el SARS se ha cobrado ya 6 vidas y más de 200 enfermos en China. No se puede descartar que se convierta en pandemia ni que haya casos en España. Los expertos creen que el nuevo brote es menos virulento que el SARS de 2002. Si el nuevo coronavirus de China, bautizado como 019-nCoV, constituye o no una emergencia internacional lo determinará mañana la Organización Mundial de la Salud (OMS). De momento, lo que sí se sabe es que este extraño brote se ha cobrado ya seis vidas y al menos 12 de los 291 personas contagiadas y hospitalizadas se encuentran en estado crítico. No se puede descartar que se convierta en pandemia ni que haya casos en España. “Al demostrarse que se puede transmitir entre humanos, que sigue sin identificarse definitivamente la fuente del brote, que ya hay casos en otros países -Tailandia, Japón, Australia y Corea del Sur- y que las ciudades afectadas de China son enormes, sí existe posibilidad de pandemia”, argumenta Luis Enjuanes, jefe del Laboratorio de Coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). A esto se suma que estamos en vísperas del Año Nuevo chino, en el que se espera que millones de ciudadanos viajen a sus lugares de origen. En palabras del científico, “es el mayor movimiento de población humana que se da en unas fechas concretas en el mundo. Teniendo en cuenta que ya se ha admitido que se transmite de persona a persona, si hay infectados, estos desplazamientos aumentan el peligro de contagio “. Por esta razón, el Ejecutivo chino ha puesto en marcha una serie de medidas en el epicentro del brote: Wuhan, donde se han designado una serie de hospitales y clínicas que tratarán específicamente a los pacientes con los síntomas de la enfermedad. Entre otros: fiebre, fatiga, tos seca y a veces dificultad para respirar. Además, la ciudad cerrará los mercados sospechosos de tener relación con el brote y se incrementará el control a los animales. Según ha indicado la OMS en su cuenta de Twitter, “lo más probable es que una fuente animal sea la fuente primaria”. A partir de ahí, estos microorganismos han sufrido varias mutaciones que son las responsables de su salto a los humanos. El Consejo de Estado también ha decidido que se someta a los pasajeros a un control de temperatura en los aeropuertos, puertos, estaciones de autobuses y de tren, una medida adoptada también por Hong Kong, que añadió la obligatoriedad de rellenar un formulario con información relativa a la salud del viajero. Por su parte, Australia, Estados Unidos y varios países asiáticos se han sumado al control de los pasajeros procedentes del país asiático, como la medición de la temperatura corporal, en busca de posible fiebre, uno de los primeros síntomas de la neumonía de Wuhan. Al igual que no se puede descartar una posible pandemia, tampoco que haya casos de neumonía de Wuhan en España. “La colonia china en nuestro país empieza a ser muy numerosa”, recuerda el experto del CNB del CSIC. “Convendría hacer un chequeo médico a los pasajeros que vengan de China, como se está haciendo en Estados Unidos”. ¿Se puede prevenir la propagación? Tratándose de una “ciudad con una alta densidad de población, el control es muy difícil”, apunta Enjuanes. Para empezar, “resulta fundamental identificar definitivamente la fuente del brote para poder atajarlo, conviene aumentar la higiene personal (lavado de manos), no tocar mucosas (ojos, boca y nariz), que todos los centros hospitalarios dispongan de un sistema de diagnóstico (PCR da resultados en unas tres horas) para aplicarlo en los casos sospechosos -para el posterior aislamiento médico para evitar contagios- y el uso de mascarillas”. En el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) de 2002, cuyos primeros casos aparecieron en la provincia china de Guangdong, “la transmisión podía ocurrir a menos de dos metros de distancia hablando, por lo que una mascarilla puede ayudar a evitar que se respire o una gotita de saliva llegue a la boca”, explica el científico del CNB. Cabe recordar que este nuevo coronavirus “es muy parecido al SARS”. La secuencia del genoma ya se ha publicado y “tiene más del 80 % de identidad de la secuencia del genoma. No hay duda de que es una versión del coronavirus de 2002“, subraya Enjuanes. En aquella ocasión, se propagó por 37 países, infectó a más de 8 000 personas y dejó 774 muertes. Es España, solo se declaró un caso posible que, aunque cumplía los criterios epidemiológicos de la OMS, no presentaba ningún rastro de coronavirus en las muestras analizadas. La buena noticia es que la neumonía de Wuhan “parece tener menos virulencia que el SARS”, opina el experto en coronavirus. “Con el SARS, la mortalidad entre los 15 y 55 años era del 10 % y del 50 % a partir de los 65 años, dependía de la edad […] En el caso del nuevo brote, no hay estadísticas claras, pero parece que la población más vulnerable son las personas adultas y con problemas médicos”. Por su parte, el epidemiólogo jefe del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de China, Zeng Guang, se muestra optimista y, aunque no descarta un aumento de contagios, considera que no se repetirá el capítulo del SARS. Según los expertos, este virus no presenta una clínica tan acusada y tampoco un distrés respiratorio tan serio. De momento, la Comisión Europea, junto con el Centro Europeo de Prevención y Control de las Enfermedades y los Estados miembros, está haciendo un seguimiento de la situación y está a la espera de la reunión de expertos de la OMS. Entretanto, al menos un laboratorio de Carolina del Norte y “nosotros desde el laboratorio de coronavirus del CNB, ya hemos empezado a trabajar en vacunas y antivirales para este nuevo virus, tal y como hicimos con éxito para el SARS y el MERS”. |