Un total de 141 personas fallecieron durante los meses de julio y agosto por enfermedades relacionadas con la ola de calor. Según los últimos datos facilitados por las comunidades autónomas al Ministerio de Sanidad sobre "mortalidad específica", fallecieron durante estos meses un total de 59 personas por "golpe de calor" y 82 por "agravamiento de patología previa". El departamento de Ana Pastor presentó a los consejeros sanitarios autonómicos el "Informe sobre el potencial impacto sanitario de la ola de calor y la evolución reciente de la mortalidad general y por causas en España". Tanto la ministra como los consejeros coincidieron en valorar "muy positivamente" el funcionamiento de los servicios sanitarios durante los meses de verano. Con el fin de conocer las patologías que durante la ola de calor han causado fallecimientos en España, se estudió una muestra en las cuatro principales ciudades: Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. Los resultados del estudio muestran que los fallecimientos durante el mes de agosto de 2003 en España se han debido a las mismas causas que en los meses anteriores, "sin que haya un patrón significativamente distinto que haga sospechar un aumento de causas de muerte prematura o sanitariamente evitable explicativo de esas defunciones". El estudio realiza incluso una caracterización de las temperaturas. Al comparar las oscilaciones de la mortalidad en los meses de julio-agosto de 2003 en relación con el mismo período de 2002, se observa que no hay coincidencia entre los mayores incrementos de la mortalidad y las temperaturas máximas alcanzadas. Así, Córdoba, con una máxima de 46,2 grados presenta un incremento del 14,49%, mientras que en Orense, con una máxima de 42 grados, disminuye la mortalidad en un 12%. Al relacionarlo con el número de días que se superó la temperatura umbral, en Gerona, donde se superó la temperatura 36 días, aparece un incremento del 13%, mientras que en Castellón, con 27 días, disminuye en el 1,39%. Por último, relacionando el índice de intensidad de calor, León presenta un incremento del 9,69%, con un índice de 31,6; mientras que con el mismo índice, Segovia disminuye el 4,58%. En lo que se refiere a la mortalidad general, el informe concluye que en 2003 hubo una disminución de la mortalidad en relación con 2002 en los meses de enero (-4.694), febrero (-1.502), marzo (-1.069), abril (-949) y mayo (-215), y un incremento durante los meses de junio (618), julio (1.882) y agosto (4.230). Por el contrario, en el año 2002, enero registró 7.359 fallecimientos más que el mismo mes del año anterior, febrero 4.133, marzo 1.820, abril 1.521, mientras que en julio hubo 366 fallecimientos menos y en agosto 2.702, siempre referidos al mismo mes del año anterior. "A pesar de estas aparentes diferencias, el número de fallecimientos acumulados en el mismo período apenas difiere de entre uno y otro año, registrándose en 2003 un total de 1.700 fallecimientos menos", destaca el informe. Por último, destaca Sanidad en un comunicado, en la reunión del Consejo Interterritorial se señaló que durante el período en el que se registraron las altas temperaturas no hubo ninguna comunicación a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica por parte de ninguna comunidad autónoma en relación con alguna situación o brote epidémico relacionados con la ola de calor. El informe concluye que, dada la necesidad de seguir profundizando en el conocimiento del impacto de las temperaturas extremas en el potencial agravamiento de ciertas patologías, además de participar en las iniciativas que sobre el tema está previsto desarrollar en la Unión Europea y en la Organización Mundial de la Salud, se potenciará, por parte del Ministerio de Sanidad y Consumo, una Red de Sanidad Ambiental que mejore los sistemas de información y vigilancia. Por otro lado, se encargará un estudio "ad hoc", una vez finalizado el año, para evaluar con carácter definitivo, el comportamiento global de la mortalidad y sus causas. |