Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
La experta Blanca Miriam de Guadalupe Torres Mendoza dijo que el apego a los tratamientos antirretrovirales y otros medicamentos que se proporcionan para prevenir otras comorbilidades, como lo son los riesgos cardiovasculares, resulta indispensable para incrementar la expectativa de vida en pacientes diagnosticados con virus de inmunodeficiencia humana y síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/sida). La responsable del Laboratorio de Inmunodeficiencias y Retrovirus Humano del Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO) del IMSS agregó que el VIH es una enfermedad progresiva. Apuntó que aún no hay una cura definitiva, ‘pero hay estrategias para que pueda tener una mayor calidad de vida, porque si no asiste a un sistema de salud va a deteriorarse, puede tener diversas enfermedades a la par’. Indicó que los tratamientos permiten reducir entre 5 % y 8 % el riesgo cardiovascular en los siguientes 10 años en pacientes que padecen VIH/sida, y que se mantienen en control de su padecimiento y que además son atendidos de una manera multidisciplinaria, en donde se incluyen revisiones para descartar dislipidemia o revisiones rutinarias, medidas preventivas, para evitar que el paciente contraiga otros procesos de tipo infeccioso, como la enfermedad de tuberculosis. Manifestó que en la actualidad, los pacientes con diagnóstico de VIH/sida tienen un pronóstico de vida mejor que hace algunos años, ‘los tratamientos más eficientes han hecho que la población se haga más longeva’. ‘Antes teníamos población de 25 o 30 años, ahora tenemos población mayor a 35 o 45 años que vienen a recibir tratamientos; el promedio de edad de los pacientes es de 45 o 48 años, pero tenemos pacientes de más de 60 años en tratamiento con los antiretrovirales’, señaló. Torres Mendoza mencionó que actualmente son alrededor de 25 medicamentos los que están autorizados para suministro de los pacientes con VIH/sida, dentro de lo que se conoce como una terapia antiretroviral altamente efectiva. ‘No inmediatamente, sino aproximadamente en periodo de un mes y medio a tres meses, a veces saben su condición de riesgo, pero no la aceptan, y el riesgo puede ser incluso con personas conocidas o también tener múltiples parejas, o bien compartir jeringas, a veces no lo consideran peligroso porque piensan ‘solo fue una vez’ y no se hacen la prueba, o dicen: bueno era una persona conocida no hay problema entonces’, precisó la experta. Resaltó que el área a su cargo hace pruebas confirmatorias una vez que se envían las muestras con sospecha de la enfermedad por parte de los epidemiólogos al Laboratorio que encabeza. ‘En donde se realiza otro tipo de estudios, entre ellos la prueba de Western Blot, y la medición de cargas virales, además de otros estudios especializados que permiten incluso conocer la tipología del virus que contrajo el paciente’, finalizó. |