Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
El sueño oscila cada 25 segundos entre continuidad y fragilidad, tanto en los seres humanos como en los ratones, según una investigación de científicos suizos y alemanes. Esta actividad se convierte en ciclos de 50 segundos compartidos entre instantes de recuperación y de vigilia. Los investigadores han medido la actividad neuronal y cardíaca de ratones y humanos durante el sueño y de esta forma han evidenciado un sistema de desarrollo del sueño que permite equilibrar las necesidades opuestas de continuidad y fragilidad. En concreto, el sueño pasa de un estado a otro cada 25 segundos y este periodo está determinado por un ritmo específico del cerebro que se acompasa con el ritmo cardíaco. En consecuencia, el cerebro y el corazón se preparan juntos para un despertar inesperado, y a continuación, durante 25 segundos, se sumergen en un sueño más apropiado para la recuperación y la memoria. Las correspondencias encontradas entre las modulaciones rítmicas de la actividad cerebral en los humanos y el ritmo cardíaco se produce durante la etapa del sueño conocida como paradójica, caracterizada por la ausencia de movimientos rápidos del ojo. Según los autores, estas similitudes podrían revelar una actividad paralela subyacente. Los resultados muestran un comportamiento similar en los roedores y los humanos, con oscilaciones de 0,02 Hz observadas en la frecuencia del huso del sueño en la actividad del hipocampo y en los ritmos cardíacos correspondientes. |