Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Una carta, publicada en la última edición de la revista The Lancet, destaca cómo la falta de administración de la vacuna triple vírica (frente al sarampión, la rubéola y parotiditis), podría estar poniendo a los pacientes con una inmunidad disminuida (como aquellos que se han sometido a un transplante de órganos) en un particular riesgo de sarampión.



La carta, firmada por especialistas de Guy's and St Thomas' Hospital NHS Trust, en Londres (Reino Unido), describe cómo dos niños con transplantes de riñón (que no recibieron la segunda dosisde la triple vírica), desarrollaron complicaciones de sarampión. La aplicación de la vacuna triple vírica en el sureste de Londres se encuentra entre las menores del Reino Unido.



Tan solo algo más de un 60 por ciento de los niños de dos años en algunos barrios de dicha ciudad han recibido una primera dosis de la vacuna al final del primer trimestre del presente año. Los datos provisionales apuntan a 66 casos de sarampión en el segundo trimestre.



La reaparición de sarampión en la comunidad, apuntan los expertos, supone una grave amenaza para las personas con el sistema inmunológico comprometido, incluidos los receptores de transplantes.



El sarampión es una enfermedad notablemente infecciosa y advierten de que se extenderá con facilidad entre las personas no inmunizadas.



"Las personas con el sistema inmune debilitado pueden manifestar tan solo una enfermedad no específica con picores, lo que hace que el diagnóstico a tiempo sea difícil y puede retrasar la adopción de medidas para prevenir una extensión en el futuro", concluyen los expertos.