La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sigue investigando el origen del coronavirus que provoca el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS), y considera que aún existe riesgo de que aparezcan nuevos brotes de neumonía virulenta mientras no se descubra su procedencia. En un comunicado publicado hoy, la FAO considera necesario "que se tenga en cuenta la posibilidad de nuevos brotes de SRAS mientras siga sin conocerse el origen del coronavirus que lo produce". Por el momento, precisa, no existe constancia de que el citado virus haya infectado a animales de granja. La advertencia de la FAO se basa las investigaciones llevadas a cabo en China durante tres semanas, a cuenta de la FAO y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por el veterinario Laurie Gleeson, experto del Laboratorio Australiano de Sanidad Animal de la Commonwealth. Los investigadores chinos y canadienses han tomado muestras y realizado pruebas a más de 600 animales de granja, entre aves de corral, patos, cerdos y conejos, sin detectar en ninguno de ellos la presencia del virus, descartándose así la hipótesis de la epidemia se propagara a partir de estos animales. Ahora, las pruebas se concentran en animales salvajes destinados al consumo, como el gato de algalia, el perro mapache, un murciélago frugívoro y una especie de serpiente. Los estudios son complicados, ya que estos animales podrían haberse contagiado en mercados por lo que resulta difícil seguir la pista del virus hasta su origen. Entre las medidas recomendadas por la FAO a la espera de que las investigaciones den resultados más concretos, figura el refuerzo de la vigilancia en granjas y mataderos, y la realización de estudios selectivos en poblaciones de animales considerados muy expuestos al virus. Deben desarrollarse además nuevos métodos de diagnóstico para animales. |