Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos estadounidenses han identificado un gen presente en una de cada ocho personas, que aumenta significativamente el peligro de padecer cáncer, según un estudio publicado el jueves en la revista Journal of Clinical Oncology. El descubrimiento fue realizado por científicos del Hospital Northwestern Memorial de Chicago y el gen fue bautizado con el nombre de receptor beta del factor de crecimiento transformador 16A( transforming growth factor beta receptor TGFBR16A).

"Se trata de un descubrimiento prometedor porque el TGFBR16A es un gen común que puede causar un gran número de tipos de cáncer", dice en la publicación Boris Pasche, director del programa de genética del cáncer en el Hospital Northwestern Memorial y profesor auxiliar de Medicina en la Escuela de Medicina Feinberg.

"En la mayoría de los casos de cáncer de mama, de ovario o de colon, la causa es un daño en los genes que aumenta con el tiempo. Sin embargo, alguna gente nace con un alto riesgo de la enfermedad", señaló Pasche. "El gen TGFBR16A heredado hace que algunas personas sean más susceptibles al crecimiento y división descontrolada de las células, lo cual puede contribuir al desarrollo de un cáncer", señaló.

El especialista pronosticó que en el futuro los exámenes en busca del gen TGFBR16A serán importantes en la determinación de la susceptibilidad de una persona a la enfermedad. "Al ubicar un gen mutado en un individuo podemos a veces detectar el peligro con años de anticipación", expresó Taya Young, consejera del Programa de Genética del Cáncer del Hospital Northwestern Memorial.

En la actualidad la gente que cree sufrir un mayor riesgo de sufrir cáncer de mama, de ovario o de colon tiene varias opciones para prevenir la enfermedad. Estas opciones incluyen el tratamiento preventivo, una mayor vigilancia, cambios en el estilo de vida y, por último, la cirugía preventiva. "La genética es todavía una especialidad muy nueva y apenas estamos en la punta del iceberg cuando se trata de suprimir la forma en que podemos sacar el máximo de su potencial", indicó Pasche.

Sin embargo, Virginia Kaklamani, oncóloga del Hospital y autora principal del estudio, advirtió que las pruebas de detección del TGFBR16A aún no están disponibles. "Todavía tenemos que comprender su funcionamiento en relación con otros genes que se buscan en los exámenes corrientes, como el BRCA1A y el BRCA2", dijo. No obstante, pronosticó que "en un futuro muy cercano podremos estar en capacidad de identificar a mujeres de alto riesgo de manera más precisa debido a la mutación del TGFBR16A para impedir muchos casos de cáncer de mama y de ovarios".