Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La administración controlada de mínimas cantidades del gluten en individuos genéticamente predispuestos, junto con la lactancia materna, podría prevenir la expresión de la enfermedad celíaca, ya que, de ese modo, el sistema inmunológico 'aprendería' a reaccionar de una forma normal.

Este proceso, conocido como 'desensibilización' o 'inducción de tolerancia', está siendo estudiado dentro del proyecto europeo Prevent Cd, que será presentado durante la Semana de las Enfermedades Digestivas que organiza la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) en Bilbao del 2 al 5 de junio, con motivo de la celebración del Día Nacional del Celíaco, que se celebra este domingo 27 de mayo.

Con una prevalencia en España de por lo menos uno por cada 100 nacidos vivos, la celiaquía constituye la enfermedad crónica digestiva más frecuente, aunque no siempre se diagnostica, ya que puede cursar de modo asintomático, según explican desde la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD).

"Si una intervención precoz en la dieta del lactante resultara efectiva en la prevención de la enfermedad celíaca, podría reducir la prevalencia y el número significativo de personas celíacas e incluso se podría cambiar el calendario actual de alimentación de los niños", señala la doctora Isabel Polanco, jefa del Servicio de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

El proyecto Prevent Cd, que se está llevando a cabo en más de 1.300 niños europeos y cuyos resultados están previstos para mediados de 2013, está basado en el supuesto de que la administración en lactantes con un perfil genético de riesgo de pequeñas cantidades de gluten entre los 4 y 6 meses de edad y preferentemente mientras el niño está siendo alimentado con lactancia materna, puede tener un efecto beneficioso, ayudándoles a desarrollar una tolerancia al gluten, lo que evitaría la aparición de una enfermedad celíaca posterior.

Factores ambientales

La SEPD recuerda que ningún niño nace celíaco, sino que desarrolla esta patología por la predisposición genética, sumada a otros factores. "La enfermedad celíaca tiene un componente genético importante, sin embargo, hoy en día se sabe que los factores ambientales también tienen un papel significativo en su aparición", destaca la doctora Polanco.

Además de factores genéticos y ambientales, como el consumo de gluten, existen otros factores que pueden influir en la expresión de la enfermedad, como son la ausencia de lactancia materna, la edad de la introducción del gluten o la presencia de infecciones gastrointestinales, como la infección por rotavirus.

En este sentido, la doctora Polanco destaca que "una lactancia materna lo más prolongada posible, la introducción de gluten no antes de los 4 meses ni después de los 7, evitar infecciones gastrointestinales de tipo viral, son todos factores que puedan hacer que disminuya el riesgo de expresar la enfermedad en aquellos individuos predispuestos".