Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La Sociedad Española de Nefrología (SEN) junto con la Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly en Diabetes, ha puesto en marcha el Proyecto RISCAP para la formación de médicos de atención primaria en el manejo de pacientes con enfermedad renal crónica, una enfermedad que, en alguno de sus grados, afecta al 11% de la población española.

Un total de 180 médicos de familia visitarán 30 hospitales de nuestro país, en los que recibirán formación por parte de los equipos de nefrología. El proyecto incluye una parte teórica, impartida en forma de talleres en los que se dan las claves para manejar la nefropatía diabética, la hipertensión o cómo tratar a un trasplantado; y una práctica, en la que los médicos de AP pasarán consulta con los nefrólogos y tendrán la oportunidad de conocer los casos de diferentes pacientes.

“Los médicos de AP entrarán en contacto con enfermos renales para conocer en primera persona los diferentes tratamientos a los que se someten, desde hemodiálisis hasta diálisis peritoneal e incluso transplante renal“, explica el Dr. Martínez Castelao, presidente de la SEN y jefe de la División de Diálisis del Hospital Universitario de Bellvitge. “Así -continúa-, pueden comprobar de forma directa la importancia de detectar la enfermedad de manera temprana y evitar que los pacientes lleguen a esta situación“.

Por su parte, el Dr. José Luis Górriz, del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Dr. Peset de Valencia, subraya que “mediante el conocimiento del funcionamiento de los servicios de nefrología, los médicos de AP aprenderán cómo deben manejar y tratar aquellos pacientes con enfermedad renal leve o moderada, de la misma forma que sabrán identificar cuándo deben derivarlos a los hospitales si la ERC es más avanzada”.

La formación para la prevención de la ERC mejorará el abordaje de lo que se conoce como enfermedad renal oculta, que tiene una prevalencia del 7,9%, según el estudio EROCAP realizado en centros de atención primaria españoles. Este trabajo concluyó que un tercio de los casos con insuficiencia renal no fueron detectados mediante la creatinina plasmática.

“La creatinina no es el mejor indicador de la función renal porque depende de la masa muscular de la persona y de su alimentación. La mejor forma de detectar la ERC es mediante fórmulas derivadas de la creatinina para la estimación del filtrado glomerular. Esto se complementa con la determinación de albuminuria en una muestra de orina”, defiende el Dr. Górriz.

El Proyecto RISCAP se ha iniciado este mes de abril en los hospitales de Can Ruti (Badalona), en el Miguel Servet de Zaragoza, en el Virgen de las Nieves de Granada y en el Clínico Universitario de Valladolid.