Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El sentido del tacto del ser humano es capaz de distinguir, por ejemplo, si sobre la piel se posa un mosquito o cae una gota de agua. Expertos norteamericanos muestran por primera vez su funcionamiento y el recorrido que realiza la información desde que el vello recibe el estímulo hasta que el cerebro la procesa. La investigación se publica en la última edición de la revista Cell.

A partir del estudio de las neuronas en el cuero cabelludo de los ratones, los autores identificaron una serie de patrones que sugerían que cada tipo de folículo piloso funciona como un órgano sensorial distinto, ‘sintonizado’ para registrar detalles diferentes.

“Cada tipo de folículo piloso incluye una combinación específica de terminaciones mecanosensoriales. Los folículos sensoriales se organizan siguiendo un patrón repetitivo y estereotipado en la piel del ratón”, explica David Ginty, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) y director de la investigación.

Según recoge el trabajo, cada folículo está conectado al sistema sensorial mediante un ‘cable’ y a través de él emite información que se une a la que envían el resto de folículos en la médula espinal. Desde allí, lo que han recogido los sensores se integra en los impulsos con destino al cerebro.

"Ahora podemos ver con detalle cómo los folículos pilosos y las neuronas asociadas a ellos están organizados entre sí. Esta estructura permite pensar cómo se integra y procesa la información mecano-sensorial para la percepción del tacto”, explica Ginty.


Cell (2011); doi: 10.1016/j.cell.2011.11.027