Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un artículo en la revista "Blood" anuncia la identificación de un grupo de 35 genes cuya expresión puede estar asociada al pronóstico y a la respuesta al tratamiento de pacientes pediátricos con leucemia mieloide aguda.



Según los autores, del Institute de Investigación del Centro Nacional de Cáncer de Tokio (Japón), los hematólogos podrían utilizar estos genes para estimar el pronóstico de los pacientes, y algunos de ellos y sus mecanismos podrían servir también para desarrollar nuevas estrategias terapéuticas cuyo fin sea prevenir las recaídas.



El hallazgo de estos 35 genes fue inesperado, según explican los autores, y no se corresponden con genes pronósticos conocidos. Además, se identificaron independientemente de los métodos de clasificación utilizados en la actualidad, tales como la apariencia microscópica o as anomalías citogenéticas específicas.



En la investigación se incluyó a 54 pacientes con leucemia mieloide aguda menores de 15 años. Se tomaron muestras de la médula ósea y de sangre periférica en el momento del diagnóstico. Fueron tratados con quimioterapia y 53 de ellos entraron en remisión completa, 16 de los cuales fueron sometidos a trasplantes de células madre.



A la hora de identificar los genes, seleccionaron a 9 pacientes con buen pronóstico de los que habían experimentado remisión completa durante más de 3 años y a 9 con mal pronóstico en los que había fracasado la terapia. Estudiaron la expresión de los genes comparando ambos grupos, lo que permitió identificar 133 genes. El análisis posterior en el resto de pacientes incluidos en el estudio, con el fin de confirmar si realmente estaban relacionados con el pronóstico, permitió reducir la cifra a 35 genes.



El pronóstico de los niños con este tipo de leucemia ha mejorado constantemente en los últimos 25 años, pero todavía muchos niños no responden al tratamiento. En opinión de los expertos, los resultados de este estudio ofrecen esperanza a estos pacientes que los hematólogos no consiguen curar.



Blood 2003;102:1849-1856