Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison ha determinado que el cerebro de los individuos diagnosticados como psicópatas presenta rasgos diferenciales respecto a los individuos que no lo son. El informe, cuyos resultados se han publicado en The Journal of Neuroscience, concluye que los psicópatas presentan menos conexiones entre la corteza prefrontal ventromedial (CPFVM), la parte del cerebro responsable de sentimientos como la empatía y la culpa, y la amígdala cerebral, que procesa emociones como el miedo y la ansiedad. Para realizar el análisis se tomaron dos tipos de imágenes del cerebro. Por un lado, una resonancia magnética con tensores de difusión, que mostró una reducción de la integridad estructural de las fibras de materia blanca que conectan las dos áreas (la CPFVM y la amígdala); por otro, una imagen por resonancia magnética funcional (fMRI, en sus siglas en inglés), que mostró una menor actividad coordinada entre la CPFVM y la amígdala. "Éste es el primer estudio que evidencia tanto diferencias estructurales, como funcionales, en los cerebros de personas con diagnóstico de psicopatía", afirma Michael Koenigs, profesor de psiquiatría en la Universidad de Wisconsin. El estudio, realizado en una prisión de mediana seguridad en Wisconsin, comparó los cerebros de 20 presos con diagnóstico de psicopatía con los cerebros de otros 20 presos que cometieron delitos similares, pero no fueron diagnosticados con esta enfermedad. "La combinación de alteraciones estructurales y funcionales proporciona una prueba convincente de que la disfunción observada en este importante circuito socio-emocional, es una característica estable en los delincuentes psicópatas", explica Newman. |