Las mujeres mayores, máxime si son pobres y latinas, tienen más probabilidades de que se les extirpen innecesariamente los nódulos linfáticos de las axilas durante una cirugía por cáncer mamario, según revela un estudio publicado en Archives of Surgery. Esto ocurre pese a que, desde 2005, las guías recomiendan un enfoque conservador de esos nódulos para evitar efectos adversos, como dolor, inflamación y entumecimiento.
En el registro oncológico de California, un equipo observó que a más de un tercio de las 18.000 mujeres a las que se había practicado una mastectomía por un tumor mamario se les había extirpado nódulos linfáticos, un procedimiento conocido como disección de nódulo linfático axilar (DNLA). Sin embargo, todas ellas tenían cánceres que no se habían diseminado más allá de la mama.
Desde mediados de 2000, la American Society of Clinical Oncology instó a los médicos a considerar la extirpación de los nódulos linfáticos más cercanos al tumor (nódulos centinela) únicamente para determinar si el cáncer se había extendido.
De hecho, y aun en el caso de que se hubiera diseminado, un estudio publicado este año en Journal of the American Medical Association sugirió que extirpar los nódulos linfáticos no prolonga la vida de la paciente, siempre que reciba radioterapia y quimioterapia.
La cirujana Sharon Lum, coautora de este nuevo estudio, señaló que algunas mujeres tendrían más riesgo que otras de que se les extirpen los nódulos linfáticos innecesariamente. "Estas mujeres tenían un nivel socioeconómico bajo, eran mayores o latinas", dijo Lum, de la Loma Linda University, de California (Estados Unidos)
"Hay cirujanos que optan por no hacerlo y hay pacientes que ignoran qué sería mejor. Lo importante para todos aquí es conocer las consecuencias de la cirugía que se elige", concluyó Lum.
Archives of Surgery 2011;146:1029-1033