Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los macrófagos son unas células sanguíneas que juegan un papel fundamental en la inmunidad innata de los organismos. De su capacidad para eliminar los gérmenes, por ejemplo, depende el control de algunas infecciones. Ahora, un estudio del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) ha demostrado la relación entre la baja actividad fagocitaria de estas células y los índices de glucosa en pacientes con diabetes tipo 2.
El trabajo, dirigido por el Dr. Rafael Simó, jefe del grupo de investigación en Diabetes y Metabolismo del VHIR, y el Dr. Jordi Pétriz, responsable de células madre y cáncer de la Unidad de Investigación Biomédica del mismo centro, se ha publicado en la última edición de la revista PLoS ONE.
Se sabía que los pacientes con diabetes tipo II (la más frecuente) eran más vulnerables a las infecciones; las causas, sin embargo, eran una incógnita. La investigación de los doctores Simó y Pétriz pretende aventurar alguna hipótesis para explicarlas.
La investigación consistió en medir la actividad fagocitaria de aquellos pacientes de diabetes tipo 2 cuya hemoglobina glicosilada (HBA1) excedía del 8% (lo que entraña un control deficiente de los niveles de azúcar en sangre). Tras cinco días ingresados a fin de optimizar el control de la glucemia, las mediciones mostraron que cuando los niveles de glucemia eran inadecuados, la actividad de los macrófagos era escasa, y cuando los niveles eran adecuados, dicha actividad se normalizaba.
Aunque el estudio se centra en determinar los niveles de la actividad de los macrófagos antes y después del control metabólico de los diabéticos, el papel que podría tener el descenso de la actividad fagocítica de estos macrófagos podría estar relacionado con el mayor riesgo de infección que padecen los diabéticos y, concretamente, con la forma como se redobla ese riesgo en el caso de las infecciones nosocomiales o adquiridas durante un ingreso hospitalario. Precisamente muchas de ellas reciben el nombre de ‘oportunistas’ por la capacidad infectiva de gérmenes que, en condiciones normales, no provocarían una infección, pues el organismo cuenta con armas inmunitarias para impedirlo.
Los diabéticos también son más propensos a sufrir neumonías, úlceras infectadas y otras complicaciones. Durante la epidemia de Gripe A (H1N1), por ejemplo, los pacientes con diabetes presentaron el triple de probabilidades de ingresar por esta causa.
Según explica el Dr. Simó, "la aparición de este tipo de infecciones es frecuente y puede poner en riesgo la vida del paciente. A veces, durante los ingresos de diabéticos, y ante patología grave, normalizar los niveles de azúcar se considera una prioridad. Este estudio aporta un dato que podría contribuir a un cambio en este sentido: el control metabólico sí podría repercutir de manera directa y a corto plazo en la mejora de los diabéticos frente a una infección”.

PLoS ONE (2011); doi:10.1371/journal.pone.0023366