Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un análisis de sangre de la embarazada bastaría para desvelar el sexo del bebé a las siete semanas de embarazo, cuatro semanas antes que el requerido por la ecografía, que además no ofrece tanta seguridad.

Este novedoso método, que ya está siendo implantado en algunos hospitales europeos, se basa en la posibilidad de localizar, en el plasma sanguíneo de la madre, pequeños fragmentos de los genes del futuro bebé.

Como explica la doctora de la Tufts University School of Medicine y participante en el estudio, Diana Bianchi, "se podría reducir el número de procedimientos invasivos como la amniocentesis, que conlleva un pequeño riesgo de aborto involuntario".

Algunos investigadores han expresado su preocupación acerca de esta prueba, diciendo que podría ser utilizado para interrumpir un embarazo si el bebé no es del sexo deseado. Como remarca la obstetra y ginecóloga del Centro Médico Montefiore (Nueva York) Mary Rosser, "hay que tener presente que el sexo no es una enfermedad".