Investigadores del Imperial College London han probado con éxito la esterilización de mosquitos macho a fin de que esta especie no se propague y, de ese modo, reducir los brotes de malaria. El ensayo, consistente en la neutralización de un gen necesario para la producción de esperma, sugiere que, en el futuro, podría ser posible controlar la población de mosquitos que transmiten la malaria. La malaria afecta en la actualidad a 300 millones de personas y causa la muerte a cerca de 800.000 cada año, la mayoría de ellos africanos. Como explica la directora del estudio, Flaminia Catteruccia, perteneciente al departamento de ciencias de la vida del Imperial College London, "en la lucha contra la malaria, muchos esperan que la capacidad de controlar genéticamente al mosquito portador sea algún día una de nuestras armas principales". "Para que este control funcione en la práctica, los científicos deben establecer si los insectos seguirían apareándose con normalidad, sin ser conscientes de que sus mecanismos sexuales habían sido alterados", añade Catteruccia. |