Según el Dr. Alcaraz, jefe del Servicio de Urología del Hospital Clínic de Barcelona y responsable del trabajo que expone los resultados, publicado en Europe Urology, “las técnicas de cirugía mínimamente invasiva para extracción de riñones para donante vivo presentan todas las ventajas que su aplicación supone: mejora de la calidad de vida del donante, mínima cicatriz, menor estancia hospitalaria y menor dolor”. “La técnica quirúrgica es totalmente reproducible y se puede considerar un buen procedimiento alternativo que podría aumentar la tasa de donante vivo en la población femenina”, apunta el Dr. Alcaraz. Por su parte, la Dra. Roser Deulofeu, directora de la Organització Catalana de Trasplantaments (OCATT), apunta que “el Hospital Clínic y su equipo médico-quirúrgico de trasplantes, vuelve a dar a Cataluña la oportunidad de seguir siendo un modelo para el resto del mundo, dando un salto pionero en la técnica quirúrgica que hará que la lesión física en la extracción renal del donante vivo de riñón sea mínima, y un post-operatorio fácilmente superable”. Sin cicatrices externas y sin dolor postoperatorio Hasta hace dos o tres años, los especialistas en urología del Hospital Clínic apostaban por la nefrectomía asistida por laparoscopia como técnica para el tratamiento quirúrgico de estas patologías. Sin embargo, la laparoscopia sigue requiriendo una incisión abdominal para extraer el riñón, dejando visible una cicatriz de 6 cm, aproximadamente. A diferencia de la laparoscopia, las nefrectomías transvaginal y transumbilical aprovechan el orificio vaginal y el ombligo, respectivamente, desde donde se extraen los riñones. Dicha técnica ha conseguido evitar las cicatrices externas y mejorar la atención al paciente, con una disminución del dolor postoperatorio y una estancia hospitalaria de apenas 48 horas. Este hito ha sido posible gracias a un intensivo programa de investigación en cirugía experimental que desarrolla el Servicio de Urología del Hospital Clínic y que ha culminado con la citada publicación. |