Básicamente, el método POSE consiste en la realización, por vía endoscópica, de unos pliegues a nivel del fundus gástrico y del antro pilórico. Estos pliegues reducen y limitan la extensión de la cavidad estomacal “y, además, actúan sobre la secreción de la hormona encargada de producir sensación de saciedad, la grelina, inhibiéndola y dando lugar, por tanto, a un efecto anorexigénico. Por otro lado, los pliegues producidos en el antro modifican su forma y producen una ralentización del vaciado gástrico, lo que ayuda a prolongar el efecto saciante”, explicó el doctor López-Navas. Esto se consigue gracias al empleo de un transportador endoscópico específico que permite al especialista acceder a la cavidad gástrica. Allí, con la ayuda de unos instrumentos especialmente diseñados para tal fin, se tracciona la mucosa estomacal y su capa muscular en la zona elegida, pinzándolas después y realizando pliegues con suturas especialmente diseñadas para la permanencia a largo plazo a base de poliéster y nitinol. Frente a otro tipo de cirugía de la obesidad, esta técnica presenta un buen número de ventajas: “Tiene un mecanismo de acción restrictivo similar al de la cirugía de reducción de estómago pero produce, además, una restricción fisiológica; sus efectos son más duraderos; tiene un muy bajo potencial de complicaciones, sobre todo en lo que se refiere a las infecciones; se realiza de forma ambulatoria y no produce ningún tipo de cicatriz”, señaló el experto. Doble utilidad Otra de las ventajas del método POSE es su doble utilidad: “Por un lado, se perfila como una herramienta muy útil para el paciente con obesidad, ya que supone una reducción de estómago más segura; y, por otro, puede complementar la implantación del balón intragástrico ya que, a diferencia de éste, tiene un efecto duradero dentro del estómago y permite continuar luchando contra los reflejos de la saciedad. Con ello se consigue mantener el peso perdido o continuar perdiéndolo más allá de la permanencia del balón”. Teniendo en cuenta esto, el doctor López-Navas trazó un perfil de los tres tipos de pacientes para los que estaría indicada esta técnica: “Aquellos que han obtenido buenos resultados con el balón intragástrico; las personas que han perdido peso y no quieren volver a recuperarlo; y los obesos que se plantean una solución más definitiva al balón”. Hasta la fecha, la Unidad de Tratamiento Endoscópico de la Obesidad del HMS ha tratado con esta técnica a 16 pacientes. La POSE también se lleva a cabo en el Centro Médico Teknon, de Barcelona, dónde se ha intervenido a un total de nueve pacientes; los cuatro primeros han perdido una media de 15 kilos durante los dos primeros meses, y todas las personas intervenidas afirman que han disminuido su sensación de hambre y ninguna ha presentado complicaciones ni molestias. “A día de hoy nos encontramos ante una herramienta más de control de la obesidad y la idea, de cara al futuro, es ir poco a poco individualizando qué tratamientos van mejor a unos u otros pacientes”, comentó el doctor Contrad López-Navas. |