Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

ciencias1_01El cerebro parece estar programado, desde el nacimiento, para desarrollar la habilidad para diferenciar el día y la noche. Así lo han demostrado un grupo de investigadores de los ritmos circadianos de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, cuyo estudio se ha publicado esta semana en la revista 'PLoS One'.

Para el profesor adjunto de Psicología en la Universidad de Chicago Brian Prendergast, coautor de esta investigación, el trabajo permite comprender mejor la pasticidad del cerebro y podría explicar algunas conductas básicas en humanos. "Estos descubrimientos podrían explicar por qué las crías de varias especies pueden aprender a discernir entre el día y la noche", señala.

A través de una serie de experimentos, estos investigadores han podido demostrar que, aunque la habilidad para percibir estímulos visuales, como el movimiento, se pierde cuando un ojo en desarrollo no está expuesto a la luz, la habilidad para determinar los ciclos de luz y oscuridad no se ve afectada. La capacidad para distinguir entre noche y día se desarrolla durante el crecimiento de un animal.