Un grupo de investigadores españoles descubrió que el gen de la adrenomedulina protege al sistema nervioso cuando se produce un infarto cerebral, lo que sugiere que los fármacos capaces de potenciar la acción de este gen podrían tener aplicaciones clínicas para tratar esa condición. Alfredo Martínez, el jefe de grupo de la Unidad de Angiogénesis del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR, norte de España) y director de la investigación, explicó a EFE que se ha estudiado la influencia del gen de la adrenomedulina en las isquemias cerebrales experimentando en ratones. Científicos del CIBIR, del Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Complutense de Madrid utilizaron ratones genéticamente modificados para que carezcan de este gen y los compararon con ratones normales que sí lo tienen. A todos ellos, subrayó el científico, les provocaron una isquemia experimental y comprobaron que los ratones que tenían este gen sufrieron la mitad de daño cerebral que los que no lo tenía, lo que indica que la adrenomedulina es un factor protector frente al daño causado por el infarto cerebral. "Hemos aprendido que podemos manipular este gen de la adrenomedulina en el cerebro para lograr que haya mejores recuperaciones en los pacientes que sufran un ictus", detalló. Este equipo de investigación trabaja en el laboratorio con una serie de moléculas que son capaces de activar esta proteína de la adrenomedulina y que podrían tener una práctica en la clínica como un fármaco más. Este procedimiento se prueba en animales y, después, será necesario pasar por las fases preclínica y clínica antes de llegar a su aplicación en pacientes, lo que podría suponer, como mínimo, entre cuatro y cinco años. Martínez reconoció que ahora es un poco "ciencia ficción" hablar de un nuevo fármaco, porque primero hay que demostrar que funciona en ratones y luego en humanos, pero si se confirmara los médicos dispondrían de una nueva "arma" en su arsenal para, en combinación con otras terapias, ayudar a mejorar la vida de las personas que sufren un ataque de isquemia cerebral. Los resultados publicados en la revista Neuroscience, permiten identificar los mecanismos moleculares por los que la adrenomedulina ejerce esta acción neuroprotectora. Logroño, España, diciembre 14/2010 (EFE) |