Más de 30 años después del fin de la guerra en Vietnam, los químicos defoliantes esparcidos por las tropas estadounidenses sobre los bosques del vietcong están todavía presentes en la cadena alimentaria y representan un peligro para la población local. Esto lo confirmó un estudio universitario norteamericano en un artículo publicado por la revista Journal of Occupational and Enviromental Medicine. Según el informe, en muchos productos alimentarios se encuentran rastros de los herbicidas que fueron esparcidos en millones de litros desde los aviones de guerra norteamericanos entre 1961 y 1971 sobre Vietnam, para destruir los bosques tropicales donde se escondían los combatientes del vietcong. "Si bien hace más de 30 años que terminaron las irradiaciones de defoliantes, en ciertas zonas de Vietnam actualmente la comida es una vía de aparición de la dioxina de agente naranja, como ocurría en 1962", se lee en la publicación científica. Científicos estadounidenses, alemanes y vietnamitas viajaron hasta Bien Hoa, a 30 kilómetros de la ciudad de Ho Chi Minh (la antigua capital del sur, Saigón), donde durante la guerra funcionaron depósitos de agente naranja. Los científicos recogieron en los mercados vietnamitas 16 muestras alimentarias 013 de pollos, peces y vegetales entre otros- y hallaron fuertes dosis de TCDD, el más tóxico de los productos derivados del agente naranja, que causa cáncer, deficiencias en el subsistema inmunológico y problemas en el subsistema nervioso. En los últimos cinco años se analizó el nivel de dioxina en sangre de 43 habitantes de Bien Hoa: casi el 95% de las muestras presentaban altas cantidades de TCDD. Vietnam manifestó satisfacción ya que halló "resultados similares" en los análisis realizados en sus laboratorios. En tanto, la embajada norteamericana no quiso hacer comentarios al respecto. Mientras que Estados Unidos y Vietnam continúan avanzando en sus relaciones comerciales, la disputa relativa al agente naranja y sus consecuencias continúa siendo un "punto muerto". Vietnam estima en un millón el número de muertos como consecuencia de los defoliantes, mientras Estados Unidos respondió que no existen pruebas al respecto. El profesor Arnold Schecter, que dirigió el estudio en la Universidad de Salud Pública de Texas, considera que son necesarias otras investigaciones, y aclaró que la materia es "demasiado delicada para dejar que la manejen los políticos. Los científicos vietnamitas, que conocen su país, y los occidentales, que están más avanzados en términos de metodología, deberán hacer más investigaciones... sin que interfieran los gobiernos estadounidense y vietnamita, antes de dar una respuesta a las cuestiones sobre las causas de las malformaciones y de los cánceres en Vietnam", agregó Schecter. |