Los ultrasonidos permiten acelerar la curación de las fracturas, según un estudio del Hospital Universitario de Marburg y la Universidad de Ulm, en Alemania, que se publica en la revista Musculoskeletal Disorders. Los investigadores realizaron un ensayo aleatorio controlado y descubrieron que el uso de pulsos de ultrasonidos de baja intensidad (PUBI) en pacientes con fracturas de tibia que mostraban una progresión pobre en su curación dio lugar a un aumento del 34% en la densidad mineral ósea en el área de la fractura después de 16 semanas, en comparación con el uso de un dispositivo falso control. Según explica Jon E. Block, director del estudio, "estos descubrimientos demuestran un progreso superior hacia la curación ósea después del tratamiento con el ultrasonido en comparación con el tratamiento sin él en individuos con retrasos en la reunificación de la tibia. Esto debería ayudar a establecer una modalidad no invasiva como una opción de tratamiento eficaz y viable para los pacientes que sufren estas lesiones". El dispositivo de ultrasonidos está formado por una unidad control portátil unida mediante cables a un pequeño emisor de ultrasonidos, que se coloca sobre el lugar de la fractura durante 20 minutos al día. Los pacientes del estudio tenían todos una fisura en la tibia duradera que mostró una mala progresión en su curación y recibieron un dispositivo que funcionaba y otro que no. Según concluye Block, "este es el primer estudio que ofrece una evidencia de nivel 1 de este efecto en este tipo de fracturas". BMC Musculoskeletal Disorders 2010, 11:229, doi:10.1186/1471-2474-11-229 |