Los pacientes que sobrevivieron a un cáncer de niños podrían tener un mayor riesgo de sufrir problemas cardíacos a largo plazo, según un trabajo realizado por investigadores del Emma Children's Hospital/Academic Medical Center de Amsterdam, Países Bajos, y publicado ayer lunes en Archives of Internal Medicine. Las tasas de supervivencia infantil en cáncer han mejorado del 20% de la década de los 40 hasta el 70% y hasta el 80% en la actualidad. Sin embargo, apuntan los autores, "desafortunadamente, mejorar la supervivencia está acompañado por la aparición de efectos tardíos del tratamiento. En concreto, las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad por esta causa están entre los efectos posteriores más graves". "Diversos estudios poblacionales observaron que la mortalidad entre los niños que sobrevivieron a un cáncer aumentó entre 6 y 8 veces a causa de enfermedades cardiovasculares, en comparación con la población general", indican los autores del estudio. Estudio sobre 600 pacientes El equipo de Helena J. van der Pal estudió a 601 pacientes que sobrevivieron a un cáncer de niños, focalizándose en diagnósticos previos y tratamientos. El objetivo era "evaluar la prevalencia y los determinantes de las disfunciones del ventrículo izquierdo en una amplia cohorte de supervivientes a largo plazo de un cáncer infantil tratados con terapias potencialmente cardiotóxicas". Los investigadores descubrieron anormalidades en la función cardíaca durante un seguimiento a largo plazo -una media de 15,4 años- en el 27% de los pacientes que sobrevivieron de niños a un cáncer. Este problema fue más común en pacientes que recibieron una combinación de tratamientos contra el cáncer. Los autores no encontraron evidencias de que el sexo o las dosis altas de ciclofosfamida o ifosfamida -dos tratamientos para el cáncer- fueran factores de riesgo para desarrollar una disfunción cardíaca. "En conclusión, más del 25% los adultos jóvenes que sobrevivieron a un cáncer infantil tienen disfunciones cardíacas subclínicas en sus primeras visitas a clínicas ambulatorias por los efectos posteriores a un cáncer infantil", aseveran. Así, los autores afirman que "monitorizar de forma continuada a todos los supervivientes de cáncer infantil tratados con terapias potencialmente cardiotóxicas, con o sin disfunciones cardíacas subclínicas, es necesario para identificar a los supervivientes de un cáncer infantil que podrían beneficiarse de tratamientos tempranos que permitieran evitar un mayor deterioro de la función cardíaca". Arch Intern Med. 2010;170(14):1247-1255. doi:10.1001/archinternmed.2010.233 |