Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El consumo de antibióticos, especialmente de penicilinas, se asocia con una reducción del riesgo de padecer un ictus, de acuerdo con un estudio del Hospital Royal Victoria de Montreal (Canadá) aparecido en la edición electrónica avanzada de 01CStroke01D.



Este trabajo, que se añade a la acumulación de evidencias que relacionan las infecciones con la aterosclerosis y la trombosis, se analizaron los datos de cerca de 1.900 pacientes que habían sufrido un ictus y más de 9000 pacientes control reclutados entre población de edad avanzada que recibían tratamiento antihipertensivo.



La investigación puso al descubierto que el consumo continuado o en el último año de antibióticos se asoció a una caída del 20% del riesgo de ictus. El análisis multivariante mostró que varias familias de antibióticos consiguen ese efecto, pero la relación fue particularmente significativa en el caso de las penicilinas. En concreto, en los consumidores habituales de penicilina la reducción del riesgo de ictus alcanzó el 47%.



Los autores señalan que 01Cla única explicación consistente sería que el amplio espectro de acción de las penicilinas hace que no sólo destruyan la bacteria Chlamydia pneumoniae, sino también otras que pueden contribuir a la aterosclerosis01D.



Varios ensayos controlados se están desarrollando en la actualidad para evaluar si el tratamiento antibiótico puede prevenir accidentes cardiovasculares en pacientes que han sufrido un infarto. Si los resultados son positivos, es probable que en el futuro se investigue la utilidad de los antibióticos en prevención primaria.



Stroke 2003;10.1161/01.STR.0000085831.91042.BF.