Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El trastorno de estrés postraumático afecta a una amplia gama de personas a través del planeta de una manera en ocasiones sorprendente. Eso incluye a una alta tasa de latinos nacidos fuera de Estados Unidos, a escasos residentes de Israel, y a estudiantes de sexto grado en zonas marginales de Los Angeles, sugirieron diferentes estudios. Los estudios aparecieron el miércoles en la edición de la revista Journal of the American Medical Association, donde se discute el tema de la violencia.

Los informes subrayan el creciente reconocimiento de la 01Ccomplejidad, ubicuidad y lo inevitable de la exposición al trauma y a la violencia01D, dijo el doctor Jerome Kroll, psiquiatra de la Universidad de Minnesota, en un editorial de la publicación. Todos los estudios examinaron el trastorno de estrés postraumático, una perturbación mental que puede afectar a personas que han presenciado o sido víctimas de violencia o de accidentes graves. Entre los síntomas figuran persistentes recuerdos del episodio traumático, eludir cosas que pueden despertar recuerdos de violencia, y la sensación de estar emocionalmente anestesiado. Alrededor de una mitad -54%- de los 638 inmigrantes latinoamericanos interrogados en uno de los estudios dijeron haber estado expuestos a violencia política o a torturas en sus países, pero muy pocos de ellos informaron sobre eso a sus médicos. Además, un 26% tuvo síntomas del trastorno de estrés postraumático.

El problema parece haber sido descuidado y los resultados son de importancia teniendo en cuenta que los hispanos constituyen el grupo de más rápido crecimiento demográfico en Estados Unidos, dijeron los investigadores de la Universidad de California en Los Angeles. Muchos médicos tratan a pacientes que son inmigrantes latinos. 01CEse problema está directamente debajo de nuestras narices01D, dijo el doctor David Eisenman, profesor de la universidad y quien encabezó el equipo que realizó el trabajo.

En contraste, aunque la violencia política afecta a los israelíes de manera cotidiana, otro estudio determinó que las tasas de estrés postraumático eran mucho más bajas de lo esperado. Investigadores de la Universidad de Tel Aviv interrogaron a 512 israelíes adultos en encuestas telefónicas efectuadas entre abril y mayo del 2002, luego de una época de incesante violencia terrorista. Más de la mitad habían estado expuestos a ataques terroristas o tenían familiares o amigos que habían sido víctimas del terrorismo. Sin embargo, sólo un 9% tenía síntomas que indicaban estrés postraumático. Otro 80% expresaron que se sentían optimistas acerca de su futuro, dijeron investigadores, encabezados por el doctor Avraham Bleich.

En otro trabajo separado, 126 alumnos de sexto grado de California, con presunto estrés postraumático, aprendieron a reducir los síntomas mediante 10 sesiones de terapia de grupo. Luego de tres meses de tratamiento, se redujeron de manera significativa los síntomas de estrés postraumático. El tratamiento, llevado a cabo por médicos de escuelas, podría ser un prometedor modelo para programas basados en la comunidad y destinados a niños sometidos a actos de violencia o testigos de ella, dijeron los investigadores, encabezados por el doctor Bradley Stein, de la organización RAND en Santa Monica, California.