Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un número creciente de progenitores británicos está realizando cursos especializados en comprender y aplicar un lenguaje de señas y gestos para comunicarse más con sus bebés. Los defensores de esta modalidad sostienen que mamás y papás pueden enseñar a sus hijos de seis meses de vida a comunicarles si tienen alguna molestia o, simplemente, una necesidad, como más alimento. Agregan que así los bebés pueden comunicarse mejor cuando no están todavía en condiciones de hablar. Una de las promotoras del desarrollo de esta actividad es la doctora Gwyneth Doherty-Sneddon, de la Stirling University, autora de Childrens unspoken language, (El lenguaje no hablado de los bebés). La doctora rechazó la opinión de otros especialistas que sostienen que alentar una comunicación mediante gestos y señas puede producir retrasos en el desarrollo del habla, además de destacar que el sistema es de gran ayuda para niñas y niños que padecen autismo, síndrome de Down o insuficiencia auditiva. Un colaborador suyo, el doctor Joseph García, declaró que los pequeños que desde edad muy temprana pudieron comunicarse con gestos tienen un coeficiente intelectual entre 12 y 14 puntos superior a sus similares que no desarrollaron la modalidad.