Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los expertos recomiendan recurrir primero a cambios en los hábitos relacionados con la dieta y el ejercicio físico y, en caso de que esto no funcione, aconsejan la utilización de medicamentos contra el sobrepeso antes que la cirugía bariátrica, ya que sus consecuencias a largo plazo son desconocidas. Los expertos aconsejan que este tipo de cirugía se restrinja a los niños con "un índice de grasa corporal de más de 50 kilogramos por metro cuadrado".
Sue Y.S Kimm de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque en Estados Unidos, Debbie Lawlor de la Universidad de Bristol en Reino Unido y Joan C.Han del Instituto Nacional de Salud de Bethesda en Maryland en Estados Unidos, destacaron que la cifra de obesidad infantil se duplicó e incluso se triplicó ?de principios de la década de los setenta hasta finales de los noventa del siglo XX- en países como Australia, Brasil, Canadá, Chile, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos.
En la actualidad, padecen sobrepeso u obesidad más del 40% de los niños en Norteamérica y en los países del este de la zona mediterránea, el 38% en Europa, el 27% en la zona oeste del Pacífico y el 22% del sudeste asiático.
Ingerir más calorías de las que se gastan es el causante de alrededor del 90% de los casos de obesidad infantil y el 10% restante se relaciona con enfermedades endocrinas, síndromes genéticos y al empleo de medicamentos como antipsicóticos, antihistamínicos o anticonvulsantes.
La obesidad infantil tiene graves consecuencias para la salud, ya que puede derivar en hipertensión arterial, diabetes mellitus, hígado graso, hipercolesterolemia o complicaciones psicosociales. El estudio subraya que ser obeso entre los 14 y 19 años está relacionado con el aumento de la tasa de mortalidad en adultos (a partir de los 30 años).
Los investigadores recomiendan que la prevención contra la obesidad comience desde casa y aconsejan a los padres que den raciones de comida apropiadas según la edad, que fomenten la actividad física diaria y eviten el sedentarismo con medidas como restringir el tiempo que los niños pasan delante de la televisión o el ordenador.
También recomiendan que se utilice el sistema del "semáforo" desarrollado por Leonard H. Epstein, de la School of Medicine de la Universidad de Búfalo en Estados Unidos, que consistiría en poner una etiqueta roja en los alimentos que no se deben tomar, amarilla para los que se pueden ingerir con moderación y verde para los que se pueden comer sin problemas, para que los niños se conciencien de la importancia de una dieta sana.
Estas medidas de modificación de los hábitos han manifestado ser efectivas a corto y largo plazo. Los medicamentos antiobesidad como el orlistat o la sibutramina han demostrado ser poco efectivos si no se acompañan de cambios en la dieta, además de presentar efectos secundarios, concluyeron.

Londres, mayo 5/2010 (EFE)