Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

En 2008, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) permitió la comercialización del tratamiento estimulación magnética transcraneal (TMS) en base a datos brindados por la firma que lo puso en práctica. Pese a esto, muchos médicos se mantienen escépticos sobre la verdadera eficacia de la TMS.
"Este estudio debería ayudar a cerrar el debate sobre el hecho de que si la TMS funciona para tratar la depresión", observó el doctor Mark George del Centro médico universitario de Carolina del Sur (sudeste), principal autor del trabajo difundido en la edición de mayo de los Archives of General Psychiatry.
"Podemos seguir trabajando para mejorar la TMS y desarrollar una nueva clase de tratamientos mediante estimulación eléctrica para otros problemas psiquiátricos", añadió.
La terapia busca reactivar circuitos cerebrales que regulan el humor apuntando a la parte alta del lado izquierdo del cerebro con una bobina electromagnética que emite 3000 impulsos durante una sesión de 37,5 minutos. Estos cuidados pueden ser aplicados de forma segura en el consultorio médico, con pocos efectos secundarios, a diferencia de las estimulaciones del cerebro más intensas como los electroshocks.
Los investigadores estudiaron a 190 pacientes. La mitad de los participantes fueron tratados con TMS y la otra con una TMS simulada, de manera diaria por 37,5 minutos durante tres semanas. Al final del periodo, el 14% de las personas que recibieron el tratamiento con TMS había superado la depresión, comparado con el 5% del grupo control.
Los pacientes en ambos grupos informaron a menudo de efectos secundarios como dolor de cabeza y contracciones oculares. En una segunda fase, todos los pacientes fueron tratados con una TMS. El 30% logró salir de su depresión, destacaron los expertos.

Washington, mayo 5/2010 (AFP)