Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un experimento con ratones le permitió a un grupo de investigadores brasileños identificar un péptido cuya supresión evita que el animal engorde pese a comer una dieta rica en grasas.
El descubrimiento permite pensar en el futuro desarrollo de una medicina que consiga impedir la acumulación de grasa en el cuerpo incluso en personas que se alimenten sin restricciones, informó la Fundación de Apoyo a la Investigación en el estado de Río de Janeiro, que financió parte del estudio.
La relación directa entre la obesidad y el mecanismo de acción del péptido neuromedina B (NB) fue identificada por investigadores coordinado por Carmen Cabanelas Pozos de Moura, investigadora del Laboratorio de Endocrinología Molecular, del Instituto de Biofísica Carlos Chagas Filho, institución vinculada a la Universidad Federal de Río de Janeiro.
El estudio mostró que la interacción entre el NB y su receptor puede ayudar en el control de peso.
"Los péptidos por lo general necesitan unirse a una molécula específica, su receptor, para poder desempeñar sus funciones", explica la investigadora.
"Por los resultados iniciales observamos que una modificación genética que elimine la producción de ese receptor cambia la forma con se acumula la grasa", agregó.
De Moura reconoce que aún no ha se ha podido establecer exactamente la función del NB pero que se sabe que es una sustancia que se expresa mucho en el organismo humano y que
está vinculada a los mecanismos de ingestión de alimentos.
"Los artículos que encontramos sobre el NB tienen resultados antagónicos y por eso sentimos la necesidad de entender mejor la acción de este péptido en el organismo", asegura.
"Con datos más precisos y más confiables podemos encaminar nuevos estudios que permitan prevenir la obesidad", agrega.
Los investigadores brasileños utilizaron en el experimento ratones de laboratorio que les fue eliminado el receptor del NB.
Estos ratones fueron sometidos durante tres meses a una dieta rica en lípidos (alto contenido de grasas) para inducir la obesidad y después sacrificados para su análisis.
Los resultados preliminares mostraron que los ratones en que no había acción del NB se producía una reducción en la acumulación de grasas sin inhibición del hambre.
"Los animales en los que fue eliminado el receptor del NB presentaron un aumento del 19% en el peso corporal con la dieta, en tanto que los animales normales, mantenidos en las mismas condiciones, registraron un aumento del 55% en su peso, casi tres veces más", según la investigadora.
De Moura explica que la inhibición del NB no actúa como un anoréxico, es decir que no provoca la reducción del apetito.
"Los animales normales y los genéticamente modificados mantuvieron la misma alimentación. No hubo reducción de apetito en los segundos. Pero por algún motivo los modificados engordaron menos pese a comer lo mismo",asegura la científica.
Además, mientras que en los animales normales hubo una reducción de la enzima hepática alfa-GPDm, que está vinculada al gasto energético, los modificados mantuvieron
esta enzima en los niveles normales.


Fuente: Río de Janeiro, abril  30/2010 (Xinhua)