La toxina botulínica inyectada en la próstata consigue reducir los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata (HBP) y los niveles del antígeno prostático específico (PSA), según un estudio preliminar publicado en 01CUrology01D. Los autores de la investigación, del Hospital Universitario Agostino Gemmelli de Roma (Italia), indican que la debilitación del músculo del esfínter uretral que provoca la toxina botulínica (TB) se traduce en un alivio del dolor y una mejora de los síntomas de los pacientes que sufren esta disfunción. Recientemente se había documentado que la inyección de TB en la próstata de ratas induce una denervación selectiva y una atrofia de la glándula. En este estudio controlado, 30 pacientes consecutivos con HBP que no respondían favorablemente a la medicación y rechazaban la opción quirúrgica recibieron 200 U de toxina botulínica A inyectada en la próstata o una solución salina. El seguimiento promedio fue de 19 meses. Los resultados muestran una mejora de los síntomas después de dos meses en 13 pacientes del grupo con tratamiento activo y en tres del grupo control. Entre los que recibieron TB, la puntuación en la escala de síntomas disminuyó en un 65% y la concentración de PSA sérico en un 51% desde la situación basal, mientras que no se produjeron cambios significativos en el grupo control. Urology 2003;62:259-265. |