Según explica Cecily Kelleher, de la Escuela de Salud Pública, Fisioterapia y Ciencias de la Población del Colegio Universitario de Dublín y responsable del estudio que se publica en la revista The Cochrane Library, "en conjunto, los beneficios para los trabajadores y la reducción de la morbilidad asociada a los hospitales son bastante notables". El humo de tabaco es la segunda mayor causa de mortalidad en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud, y es responsable de la muerte de uno de cada diez adultos. El tabaquismo, sin embargo, es una actividad personal y social compleja por lo que existe una necesidad de controlar el efecto de la legislación para ver si es beneficiosa para las personas. Muchos países están introduciendo políticas que restringen los lugares donde está permitido fumar. Los investigadores buscaron estudios de lugares donde se había puesto en marcha una prohibición legislativa o restricciones sobre el tabaquismo. Tuvieron en cuenta datos de 50 estudios que controlaron al menos durante los seis primeros meses después de que se hubiera puesto en marca un cambio de política. Aunque a menudo existe miedo de que las personas reaccionen mal a cualquier política restrictiva, los investigadores descubrieron que la aprobación de estas prohibiciones y su cumplimiento aumentó una vez que las leyes se implantaron. "El análisis de las evidencias sugiere que las prohibiciones legislativas sobre el tabaquismo lograron su principal objetivo de reducir la exposición al humo de tabaco. Sin embargo, el impacto sobre el tabaquismo activo aún no se ha demostrado de forma concluyente", apunta Kelleher. |