Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las terapias de supresión de andrógenos empleadas para el tratamiento de pacientes con cáncer de próstata podrían estimular el desarrollo de tumores metastásicos de difícil tratamiento, según un artículo publicado en Nature.
En su estado inicial, las células del cáncer de próstata dependen de los andrógenos para su crecimiento, por lo que es habitual el uso de inhibidores de esta hormona o incluso la extirpación de la próstata para su tratamiento.
Sin embargo, según el estudio realizado por Michael Karin de la Universidad de California (Estados Unidos), con el tiempo algunos pacientes suelen desarrollar nuevos tumores que crecen sin la necesidad de andrógenos y que son resistentes a las terapias habituales, por lo que las tasas de mortalidad son muy altas.
Según Karin y su equipo, cuando se suprimen los andrógenos y las células andrógeno-dependientes mueren, se produce una peligrosa reacción inflamatoria.
El sistema inmunológico del cuerpo trata de combatir esa inflamación con leucocitos que segregan una molécula llamada linfotoxina, lo que propiciaría el crecimiento de células cancerosas andrógeno-independientes.
Karin y su equipo consiguieron interferir en este proceso de manera que retrasaron de 3 a 4 semanas en ratones la aparición de células cuyo crecimiento es independiente de los andrógenos.
El equipo estima que, empleando una intervención similar, se podría retrasar la aparición de tumores secundarios en pacientes que se han sometido a la inhibición de andrógenos en torno a 2 o 3 años.
Nature: http://www.nature.com/nature/


Fuente: Londres, marzo  10/2010 (EFE)