Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los humanos pueden reaccionar de manera diferente ante catástrofes similares, según el tiempo del que dispongan para meditar sobre el suceso, indica un estudio divulgado en la revista Proceedings of National Academy Sciences (PNAS).
El tiempo es vital para adoptar un comportamiento. La adherencia a normas sociales requiere de un periodo para manifestarse, si éste no existe, prevalece la lucha por la supervivencia, indicaron los autores del trabajo.
Para llegar a estas conclusiones, investigadores de Australia y Alemania compararon las conductas asumidas por los pasajeros durante el hundimiento de los transatlánticos Titanic (1912, mil 517 fallecidos) y el Lusitania (1915, con mil 198 decesos).
Los especialistas observaron que la situación para ambos casos fue parecida, tanto en lo referido a las condiciones del barco, como a las personas. En ambos casos se ordenó el desembarco de mujeres y niños primero. Sin embargo, el comportamiento fue diferente.
Mientras, en el Titanic, se impusieron normas sociales y se hizo lo posible por poner a salvo a los más débiles -entre los sobrevivientes hubo muchos niños, mujeres y adultos acompañados de menores-, en el Lusitania, imperó el sálvese quien pueda, y la mayoría de los que se salvaron tenían entre 16 y 35 años de edad.
La presión de tiempo fue imperante. El Lusitana se hundió en 18 minutos, creando una situación a corto plazo en la que los impulsos dominaron el comportamiento.
El Titanic, por el contrario, se hundió lentamente, tardó 2 horas y 40 minutos, lo que permitió un tiempo para meditar y que se aceptaran unas pautas sociales, explicaron.
PNAS: http://www.pnas.org


Fuente: Washington, marzo  4/2010 (PL)