El Senado estadounidense le ha dado en Noche Buena una buena noticia al presidente de Estados Unidos, al haber aprobado hoy la reforma de la sanidad que constituye la principal prioridad política interior de Barack Obama. Tras meses de debate, todos los senadores demócratas han votado a favor de la reforma, que costará 871.000 millones de dólares. También han votado a favor dos senadores independientes, mientras que la totalidad de los republicanos han votado en contra. Cuando se convierta en ley, la medida será la mayor expansión de garantías para la asistencia sanitaria desde la puesta en marcha de Medicare y Medicaid hace más de cuatro décadas. Con la reforma, la atención médica cubrirá a 30 millones más de estadounidenses que actualmente no la tienen asegurada. Los analistas políticos auguran duras negociaciones durante el próximo mes de enero para poder conciliar los proyectos de reforma aprobados por el Senado y la versión que aprobó la Cámara de Representantes el pasado 7 de noviembre, que difiere en determinados temas, como los impuestos, aborto y el plan de seguro médico administrado por el Gobierno. Tras esas negociaciones, diputados y senadores deberán volver a votar el texto de la reforma conciliada antes de someterla a la firma de Obama para que pueda entrar en vigor. |