Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los pacientes con trastorno bipolar tienen una tasa de mortalidad que duplica la del resto de la población, no sólo porque se suicidan más, sino porque presentan, en general, “un peor estado de salud física”, con un mayor riesgo de hipertensión por estrés, obesidad por el uso continuado de fármacos y sedentarismo, así como más enfermedades pulmonares y más infecciones por VIH.
 
Estas son las principales conclusiones de un estudio realizado por 32 psiquiatras y 10 expertos de Atención Primaria, enfermedades infecciosas, cardiólogos y endocrinólogos, entre otras especialidades, cuyos datos fueron presentados en Madrid junto a un documento de consenso con directrices para mejorar la salud de estos pacientes.
 
Según constató este trabajo, basado en la revisión de un total de 67 estudios publicados entre 1966 y 2008 sobre la mortalidad y las enfermedades más habituales en este tipo de pacientes, la mitad ha intentado suicidarse alguna vez y el 15% lo consigue. A esto hay que sumar los fallecidos por accidentes, a los que son más propensos por sus etapas de euforia que la población sana.
 
Según el Dr. Julio Bobes, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, el mayor consumo de tabaco entre los afectados, unido a otras adicciones, como alcoholismo o drogadicción, hace que estos pacientes “sufran con más frecuencia enfermedades cardiovasculares que el resto”.
 
“El tabaquismo, junto a la vida sedentaria y los tratamientos continuados para controlar su enfermedad mental, hace que estos pacientes presenten mayores tasas de obesidad que el resto, algo que agrava su estigma social, y enfermedades respiratorias”, declaró.