Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los nuevos datos sobre la mortalidad por cáncer en Europa muestran un declive constante de la mortalidad entre los periodos 1990-1994 y 2000-2004, según un estudio dirigido por la Universidad de Milán en Italia y la Universidad de Lausana en Suiza que se publica en la edición digital de la revista Annals of Oncology.


Los investigadores descubrieron que existió una media de 185,2 muertes por 100.000 de la población al año en hombres entre 1990-1994 en 27 estados miembros de la Unión Europea pero que hubo un descenso hasta las 168 muertes por 100.000 entre 2000-2004. En el caso de las mujeres, el número de muertes descendió de los 104,8 a los 96,9 por 100.000.

Los científicos, dirigidos por Carlo La Vecchia y Fabio Levi, señalan que la persistente tendencia de descenso se debe principalmente a los cambios en el consumo de tabaco, con grandes disminuciones en el cáncer pulmonar y otros asociados al tabaquismo en los hombres. Un declive constante en el cáncer gástrico y, recientemente, en el cáncer colorrectal, también han contribuido al descenso global de las tasas de mortalidad.

Sin embargo, esta visión presenta variaciones en Europa según los países y entre los sexos. Por ejemplo, donde el consumo del alcohol o el tabaco o su combinación ha aumentado, en particular en mujeres, se ha producido un aumento en la mortalidad por cáncer conocido por tener estas sustancias como factores de riesgo como en el de pulmón, boca, faringe y esófago.

Según explica Cristina Bosetti, coautora del estudio, "el mensaje clave de nuestro trabajo es que las tendencias favorables en la mortalidad por cáncer en Europa han continuado a lo largo de los recientes años. Esto se debe principalmente al descenso en el cáncer de pulmón y otros asociados al tabaco en hombres, el persistente declive en el cáncer gástrico pero también en las apreciables caídas en el cáncer colorrectal. Los análisis de detección y el diagnóstico precoz han contribuido al declive en el cáncer cervical y de mama, aunque la disminución en la mortalidad por cáncer de mama se debe principalmente a mejores tratamientos".

Para Bosetti, los avances terapéuticos han contribuido también a la menor mortalidad por cáncer testicular, linfoma Hodgkin y leucemias, aunque los declives se han retrasado y han sido menores en los países del este de Europa.

Los resultados muestran que en el caso de los hombres las mayores tasas de mortalidad entre los países europeos, de mayor a menor incidencia, en: Hungría, República Checa y Polonia. Las menores tasas de mortalidad fueron, de menor a mayor, las de Suecia, Finlandia y Suiza. Para las mujeres, la mayor mortalidad por cáncer se dio en Dinamarca, Hungría y Escocia y la menor mortalidad en España, Grecia y Portugal.

Los autores concluyen que se hace necesaria una mayor reducción del tabaquismo como pieza clave para el control del cáncer en Europa. Otros aspectos que los investigadores señalan como necesarios para que las tasas sigan disminuyendo son intervenciones sobre el consumo de alcohol, aspectos de la nutrición para la gestión del sobrepeso y la obesidad y una ampliación de las políticas de detección y diagnóstico precoz junto a la implantación de avances terapéuticos en el tratamiento del cáncer.