Según el documento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), estas afecciones son el resultado de complejos y dinámicos procesos sanitarios socialmente determinados, incluyendo las transiciones demográfica y epidemiológica. Las enfermedades crónicas no transmisibles (cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes mellitus), antes propias de la tercera edad, en la actualidad afectan a las poblaciones más jóvenes, pobres y de países de bajo ingreso en América Latina y el Caribe, asegura el texto. Los medios para prevenir y controlar muchas de ellas están bien establecidos y los estados más desarrollados muestran ya importantes avances, no así en las naciones menos avanzadas. Un ejemplo lo constituyen las enfermedades cardiovasculares, causa principal de morbilidad y mortalidad, que afectan de manera creciente a poblaciones en edad laboral y, por tanto, contribuyen a la pérdida de años potenciales de vida saludable y de productividad económica. Esta situación es un gran problema de salud pública; sin embargo, es menos reconocida la contribución de las desigualdades sociales como determinante en las tasas de fallecidos prematuramente por enfermedades cardiovasculares en la Región, resalta el documento. Fuente: Washington, octubre 22/2009 (PL) |