Las feromonas “no son el químico del amor”, pero ayudan a distinguir a hembras de machos entre las moscas de la fruta (Drosophila melanogaster), según resultados de un experimento divulgado en la revista Nature. Investigadores de la Universidad de Toronto, en Canadá, inhibieron en los insectos genes involucrados en el olor sexual, lo que en teoría podría hacerlos perder su atractivo entre sus congéneres. Pero en lugar de rechazo, las moscas modificadas despertaron el instinto sexual de machos normales que intentaron aparearse tanto con hembras como con los de su mismo sexo. Este comportamiento no se registró entre las hembras. El experimento demostró que aunque los ejemplares macho normales encuentran “irresistibles” las moscas macho modificadas genéticamente, las hembras no se sienten atraídas por los insectos que no producen feromonas. "Las moscas macho cuyo olor sexual había sido reprimido presentaban comportamientos no naturales, como tratar de copular con las cabezas de los otros machos", explicó Joel D Levine, quien dirigió la investigación. Esta reacción muestra que una sola feromona juega un papel fundamental en la identificación de las moscas de diferente especie y en la elección de pareja, agregó el experto. Nature: http://www.nature.com/nature/index.html Fuente: Londres, octubre 15/2009 (PL) |