Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dividido por diez el umbral de tolerancia aceptado del radón, un gas natural radiactivo que es la segunda causa del cáncer de pulmón, sólo por detrás del tabaco.
En un informe publicado en la página web de la organización, la tasa fijada en 1960 de 1000 becquereles (Bq) de radón por metro cúbico de aire, como límite máximo que puede ser inhalado por un persona al año, es reducido a sólo 100 becquereles, con el objetivo de minimizar el peligro para la salud en los espacios residenciales.
Según la OMS, la exposición al radón en el lugar de residencia y de trabajo es uno de los principales riesgos de radiación ionizante que causa cada año decenas de miles de muertes por cáncer de pulmón en todo el mundo.
El radón es un gas que surge de la desintegración de otros elementos radiactivos existentes en la tierra, como el uranio-238, y su difusión al aire depende de la permeabilidad del suelo. Este gas radiactivo tiende a acumularse en espacios cerrados y mal ventilados, y se filtra a través de las fisuras, de las tuberías u otros intersticios.
El peligro para la salud es cuando se inhala, hasta el punto de que es la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco, según la doctora María Neira, directora del departamento de salud pública de la OMS.
En el nuevo documento, la OMS detalla algunas recomendaciones para reducir la exposición de las personas al radón en las viviendas, entre ellas las medidas que se deben adoptar desde el momento de la construcción de los edificios para aislarlos del suelo y reducir las fisuras por donde se filtra el gas.
Los expertos aseguran que diagnosticar la presencia de radón en las habitaciones que están en contacto con el suelo (especialmente sótanos) es muy barato, y una vez hecho existen sistemas para airear la pieza como colocar planchas de aislamiento.


Fuente: Ginebra, septiembre  22/2009 (EFE)