Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Tras la decisión del Consejo de Ministros del pasado viernes de reformar a Ley de Reproducción Asistida de 1988, que permitirá investigar con células madre de origen embrionario bajo ciertas condiciones, las reacciones desde distintos sectores implicados no se hicieron esperar.



El portavoz de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Grupo Socialista en el Congreso, Jaime Lissavetzky, consideró la decisión como "un paso hacia delante". Sin embargo, lamentó que se "haya perdido tanto tiempo simplemente por empecinamiento del Gobierno"



Según Lissavetzky, "es lamentable que se haya perdido un tiempo precioso -concretado en más de dos años- sin hacer caso a las recomendaciones de los técnicos y expertos de la Comisión de Reproducción Asistida". Además, según recordó el diputado socialista, durante este periodo el PSOE ha presentado más de 30 iniciativas al Gobierno pidiendo la posibilidad de investigar con las células madre embrionarias sobrantes de los tratamientos de fecundación in vitro. No obstante, añadió que, en este ámbito de investigación, "esta decisión no supone un paso definitivo; queda mucho por avanzar".



La portavoz del Grupo Izquierda Unida en la Comisión de Sanidad del Congreso, Marisa Castro, se felicitó de la autorización por parte del Gobierno para investigar con células madre embrionarias. Valoró que esta modificación de la Ley "al fin nos reconcilia con la comunidad científica" y "evitará su exilio", para investigar en otros países donde está autorizada esta práctica.



En líneas generales, esta diputada está a favor de la iniciativa aprobada por el Gobierno, si bien advierte que se encuentra a la espera de conocer el texto. "Esto demuestra el talante de nuestro Gobierno", apuntó, exigiéndole que consensue la norma con el resto de los grupos en su trámite parlamentario.



IU también lamenta que el PP "haya perdido la oportunidad de aprobar esta modificación legal" en los diversos debates parlamentarios que se han producido en los últimos años, a iniciativa de grupos como el suyo o el PSOE. En este sentido, cree que este "cambio de opinión" se debe a razones "electoralistas", dado el "poco tiempo que le queda al Gobierno para escenificar sus políticas" de cara a las próximas elecciones generales, que previsiblemente se celebrarán en marzo de 2004.



Por su parte, el consejero catalán de Sanidad, Xavier Pomés, aplaudió la iniciativa del Gobierno y manifestó su satisfacción de que por fin "se haya decidido a reformar" una Lay que calificó de "obsoleta y totalmente superada". El pasado mes de noviembre, pocos días después de ser nombrado consejero de Sanidad, Pomés pidió al Ministerio de Sanidad "una revisión" de la normativa.



Sobre los supuestos que defiende el Gobierno para permitir la investigación con células madre de embriones congelados y los controles, Pomés consideró "lógico" que el Ministerio de Sanidad "actúe con todas las cautelas posibles".



Desde el plano científico, el Prof. César Nombela, presidente del Comité Asesor Ético del Ministerio de Ciencia y Tecnología, aplaudió la decisión del Gobierno declarando que "es gratificante comprobar que la propuesta realizada por este Comité es la que científicamente y socialmente está más aceptada". Además, destacó que es importante que se abran las puertas a la investigación, "siempre bajo unas restricciones".



Según el Prof. Nombela, se trata de una reforma necesaria de la Ley de Técnicas de Reproducción Humana Asistida de 1988 y parece que lo expresado por la ministra de Sanidad y Consumo, Ana Pastor, "está muy acorde con las ideas de este Comité".



Del mismo modo, el científico Bernat Soria, investigador pionero en España en plantear proyectos experimentales para comprobar el potencial terapéutico de las células madre, valoró de manera "positiva" la reforma de la Ley y consideró que colma "el 90% de sus expectativas", aunque pide al Gobierno "un esfuerzo" para consensuar el texto legal con el resto de las formaciones políticas.



Este científico se muestra más partidario de una legislación que se acerque más a las normas impulsadas en Reino Unido, Suecia o Bélgica (donde se permite importar líneas celulares, crear embriones para la investigación, así como la clonación con fines terapéuticos).



Otra investigadora, la Dra. Anna Veiga, jefa del Área de Fecundación in Vitro del Institut Dexeus de Barcelona, calificó de "muy buena noticia" la decisión del Gobierno. Veiga, que durante años fue miembro de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida, recordó que "hemos esperado durante mucho tiempo esta reforma de la Ley", normativa que "en su momento fue pionera pero que ahora estaba totalmente desfasada". Añadió que la investigación con células madre de embriones congelados no viables para procesos de fecundación in vitro debería "aplicarse, no únicamente a tratar enfermedades como Parkinson, diabetes o Alzheimer", sino "también a otras posibles patologías".



También aplauden la reforma de la Ley en la Federación de Diabéticos Españoles y La Liga Europea de Diabéticos. Rafael Sánchez Olmos, presidente de la Federación, afirmó que es el primer paso que se da en la investigación de embriones y confesó sus esperanzas de que esta iniciativa no se detenga aquí, sino que siga su trayecto y que sea ratificada cuanto antes por el Parlamento. "Como pacientes albergamos la esperanza de que se pueda, por la vía de la investigación en embriones, conseguir la curación", señaló Olmos. "Estamos de acuerdo en que se permita la investigación sólo con fines terapéuticos y descartamos cualquier otra finalidad que no sea esa", añadió.



Por otro lado, el presidente de la Liga Europea de Diabéticos, Jose Antonio Herada, indicó que esta reforma abre líneas que se habían cerrado en España. "Hace cuatro años que pedimos al presidente Aznar que se impusiese la cordura en este tema. La Ley contempla sus peticiones, según Herada, en lo referente a un control estricto para evitar la especulación, y la garantía a los pacientes de que los embriones llegarían en buenas condiciones.



Sin embargo, no todos los sectores aplauden la decisión del Consejo de Ministros. Es el caso de la Conferencia Episcopal Española, que calificó la decisión de "insatisfactoria".



Para los obispos, una Ley "tan gravemente injusta" como la de Técnicas de Reproducción Asistida de 1988 -donde "se viola el derecho de los hijos a ser engendrados en el acto fecundo de donación interpersonal de los padres y se les trata como si fueran objetos de producción, lesionando así su dignidad de personas"- estaba pidiendo una reforma a fondo. Sin embargo, estiman que "debería inspirarse en el principio de que la ciencia ha de ponerse al servicio de la salud y de la integridad física y espiritual de las personas, sin ser utilizada nunca para disponer medios que suplanten la relación interpersonal de procreación por una relación técnica de producción de seres humanos".



"Desgraciadamente, la reforma que el Gobierno piensa realizar es insatisfactoria, pues no responde a tal principio. De modo que la Ley reformada seguirá siendo injusta, porque continuará haciendo legalmente posible la producción de seres humanos", aseguran los obispos en una nota.



Los obispos citan en su nota que el embrión humano merece el respeto debido a la persona humana. "No es una cosa ni un mero agregado de células vivas, sino el primer estadio de la existencia de un ser humano. Todos hemos sido también embriones. Por tanto, no es lícito quitarles la vida ni hacer nada con ellos que no sea en su propio beneficio", declaran.



Asimismo, el presidente de Médicos Cristianos de Cataluña, Josep Maria Simón, tachó de "chapuza" la decisión del Gobierno y aseguró que, "a pesar de que esta investigación se realizará bajo estrictos controles" y para embriones congelados no viables, "sin querer se abre la mano a todas las demás opciones". El Dr. Simón advirtió que "será imposible controlarlo" y que "el fraude de la Ley está asegurado".



Advirtió a la ministra de Sanidad y Consumo, Ana Pastor, de "la dificultad de detectar si un embrión es viable o no" y auguró que con la reforma de la Ley "aumentarán el número de parejas que inician procesos de fecundación in vitro, por lo que también se incrementarán los abortos". El presidente de esta entidad aseguró que el Gobierno "se ha visto obligado a regular sobre esta cuestión" por la "presión de parte de la opinión mundial" y advirtió que "esto costará votos al PP". "Ahora, las clínicas de reproducción asistida, que en la mayoría de casos también practican abortos, harán lo que consideren oportuno", señaló.



Para dar salida a los más de 35.000 embriones congelados que hay en España, Simón planteó la posibilidad de que "la pareja que los generó se los implante" o que "sean dados en adopción". Igualmente, considera una alternativa la "de mantenerlos congelados hasta que no se realicen investigaciones con células madre embrionarias de animales".



Finalmente, el portavoz de la Plataforma Hay Alternativas -que agrupa a más de 3.000 científicos y expertos-, Rafael Rubio, aprobó los cambios introducidos por el Gobierno en la Ley de Reproducción Asistida, al considerar que suponen un "serio avance" en la defensa de la dignidad y de la vida humana en nuestro país, aunque lamentó que no se haya promovido la adopción prenatal de los 30.000 embriones congelados actualmente y no viables para la reproducción.



Rubio, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid, explicó que la limitación del número de óvulos para ser fecundados permitirá paliar el principal problema de la acumulación de embriones humanos en las cámaras de congelación de las clínicas de fecundación in vitro.



Respecto a las salidas propuestas para los cerca de 30.000 embriones actualmente congelados y no viables para la reproducción, Rubio precisó que, "sabiendo que ninguna solución al problema creado es óptima desde el punto de vista ético, desde Hay Alternativas se abogó por la adopción prenatal". En este sentido, lamentó que el Gobierno no se haya involucrado más en la promoción de esta medida, aunque valoró "que la priorice respecto a la descongelación y muerte natural de los embriones", dijo. "Nuestro Comité Científico -explicó- considera que las células troncales obtenidas de estos embriones muertos difícilmente podrán permitir curar enfermedades como la diabetes o el Parkinson, dado el riesgo de rechazo y la tendencia al descontrol en su multiplicación, que puede llegar a producir tumores".