Expertos de la National University of Ireland de Maynooth (Irlanda), responsables de esta investigación presentada en el encuentro de la Sociedad de Microbiología General que se celebra en Edimburgo (Escocia), explicaron que los neutrófilos, y parte del sistema inmune de los insectos, y los hematocitos, células que llevan a cabo una función similar en humanos, reaccionan de la misma forma hacia las infecciones de los microbios. Ambas células producen sustancias químicas con una estructura similar que se traslada a la superficie de las células para destruir al invasor. Así, las células liberan enzimas para descomponerlo. Según indicaron, insectos tales como la mosca de la fruta y la polilla grande pueden ser utilizados para comprobar la eficacia de nuevos fármacos antimicrobianos o para valorar la virulencia de ciertos patógenos fúngicos. Actualmente forma parte de la práctica rutinaria usar larvas de insectos para mejorar pruebas iniciales de nuevos fármacos y utilizar ratones para confirmarlos. Además de reducir más del 90 por ciento del número de ratones requeridos, afirman que este método es rápido y sus resultados se obtienen entre 48 y 72 horas, mientras que los test con ratones normalmente llevan entre cuatro y seis semanas. |